Una de las maneras en las que un científico puede conseguir reconocimiento global es ganándose un premio Nobel. Pero hay otro galardón muy prestigioso, y mucho más divertido: el Ig Nobel.
¿De qué otra manera se pueden resaltar investigaciones sobre exploración anal digital, el uso de una montaña rusa como tratamiento para el asma o la mejor manera de hacer una taza de té?
Los Ig Nobel cumplen este año dos décadas de vida y primenten hacer reir y pensar por mucho tiempo más.
Organizados por la revista de humor científico Annals of Improbable Research, en español, Anales de investigación improbable los primeros premios fueron presentados en 1981
En la primera ocasión, se le otorgaron a descubrimientos que "que no podían, o no debían, ser reproducidos". Pero en las siguientes ocasiones, el criterio cambió a logros que "primero hacen reír a la gente, y luego le hacen pensar"
Pero ¿cómo se llega al punto en el que uno gana un Ig Nobel?
Esto dice Marc Abrahams, quien tiene un título en Matemáticas Aplicadas de la Universidad de Harvard y es el fundador de los tan ilustres galardones.
“Casi siempre es accidental. La gente que se propone ganar, generalmente no lo logra. Recibimos unas 7.000 nominaciones al año; entre el 10 y 20% es gente que se nomina a sí mismo. Casi ninguno de ellos ha ganado. Pero sobre los otros, nos enteramos de cosas, la gente nos cuenta, cualquier persona puede mandar nominaciones y tenemos que escoger entre ellas”
Abrahams señaló a la cadena BBC que Siempre disfruta al acordarae de un premio que compartieron un hombre llamado Keogh y la oficina de patentes de Australia, pues en el año 2001 él aplicó y le concedieron la patente de la rueda… ¡existía, pero a nadie se le había ocurrido patentarla!
Otro que disfruta recordar el creador de los Ig Nobel es un premio a la primera descripción científicamente fidedigna de un caso de necrofilia homosexual de patos azulones.
Y eso cómo se come?
Mirá mejor lleguemos hasta aquí
Una de las maneras en las que un científico puede conseguir reconocimiento global es ganándose un premio Nobel. Pero hay otro galardón muy prestigioso, y mucho más divertido: el Ig Nobel.
¿De qué otra manera se pueden resaltar investigaciones sobre exploración anal digital, el uso de una montaña rusa como tratamiento para el asma o la mejor manera de hacer una taza de té?
Los Ig Nobel cumplen este año dos décadas de vida y primenten hacer reir y pensar por mucho tiempo más.
Organizados por la revista de humor científico Annals of Improbable Research, en español, Anales de investigación improbable los primeros premios fueron presentados en 1981
En la primera ocasión, se le otorgaron a descubrimientos que "que no podían, o no debían, ser reproducidos". Pero en las siguientes ocasiones, el criterio cambió a logros que "primero hacen reír a la gente, y luego le hacen pensar"
Pero ¿cómo se llega al punto en el que uno gana un Ig Nobel?
Esto dice Marc Abrahams, quien tiene un título en Matemáticas Aplicadas de la Universidad de Harvard y es el fundador de los tan ilustres galardones.
“Casi siempre es accidental. La gente que se propone ganar, generalmente no lo logra. Recibimos unas 7.000 nominaciones al año; entre el 10 y 20% es gente que se nomina a sí mismo. Casi ninguno de ellos ha ganado. Pero sobre los otros, nos enteramos de cosas, la gente nos cuenta, cualquier persona puede mandar nominaciones y tenemos que escoger entre ellas”
Abrahams señaló a la cadena BBC que Siempre disfruta al acordarae de un premio que compartieron un hombre llamado Keogh y la oficina de patentes de Australia, pues en el año 2001 él aplicó y le concedieron la patente de la rueda… ¡existía, pero a nadie se le había ocurrido patentarla!
Otro que disfruta recordar el creador de los Ig Nobel es un premio a la primera descripción científicamente fidedigna de un caso de necrofilia homosexual de patos azulones.
Y eso cómo se come?
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