Resulta que los rayos del sol que caen sobre el embalse, pueden producir algas lo que obligaría a los encargados a aplicarle un procedimiento especial al líquido para hacerlo potable. Además, como beneficio adicional se ahorraran millones de galones de agua que de otra manera se evaporarían, debido al calor de la época.
Las bolas están hechas de polietileno de alta densidad, un material autorizado para entrar en contacto con el agua sin que presente ningún riesgo para la salud, ya que no desprende sustancias químicas.
El color de las pelotas se debe a que al plástico se le agregó negro de carbón, un material de refuerzo que las protege de los efectos de los rayos solares.
Antes de cubrir este embalse los encargados del Departamento de Agua y Electricidad de Los Ángeles probaron el sistema de pelotas, primero en unas piscinas y luego en otros tres embalses de menor tamaño, comprobando su efectividad.
La otra alternativa que barajaban las autoridades era cubrir el lago con dos cubiertas flotantes, lo que hubiera costado a los contribuyentes alrededor de 300 millones de dólares, mientras que colocar las pelotas significó un costo de 34 millones.
Las autoridades calculan que las pelotas tienen una vida útil de unos diez años, pasado este tiempo podrían empezar a descomponerse, por lo que tendrán que ser remplazadas.
Fuente: BBC MUNDO