Jueves, 16 Febrero 2012 05:15

LA METÁFORA DE LA RANITA

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A esta historia la llamaremos: la metáfora de la ranita.-
Imagínese una olla de agua fría, donde una ranita nada sin preocuparse de nada en el mundo.
De pronto alguien enciende el disco de la cocina y el agua va calentándose poco a poco.
El agua empieza a poner tibia y la ranita se dice a sí misma: “Qué agradable, me gusta esta temperatura del agua” y sigue nadando más feliz que antes por toda la olla.
Pero el agua, sigue poniéndose más y más caliente…
Entonces la ranita piensa: “mmm esto parece que está más caliente, ya hace mucho calor, pero no importa, no me voy a preocupar por eso” y sigue nade que nade.
El agua se pone más caliente, la ranita está cansada y con mucho calor, tiene una sensación desagradable en todo su cuerpo, sin embargo se dice: “ufff, esto no está bien, pero no importa, voy a seguir como si nada”
El agua sigue y sigue calentándose y la ranita simplemente no hace nada hasta que muere.
Si la ranita hubiera entrado a la olla cuando el agua estaba hirviendo, seguro hubiera escapado de inmediato, pero como el cambio de temperatura se fue dando poco a poco, no le dio importancia, hasta que fue demasiado tarde.
Lo mismo sucede con nuestra sociedad, los cambios paulatinos que estamos sufriendo, parece que los notamos, pero lo cierto, es que realmente no hacemos nada para escapar de ellos.
Los indicadores económicos, de competitividad y de seguridad ciudadana en nuestro país han bajado y nosotros, cual ranitas nadadoras, vemos lo que sucede y no hacemos nada para evitar que la Costa Rica que tantos halagos recibía por sus logros en materia política, económica y ambiental, por ejemplo, se nos vaya como arena entre los dedos.
Amigas y amigos, ojalá tomemos conciencia de que debemos despertar de nuestra indiferencia hacia los graves problemas que como sociedad amenazan con destruir la forma de convivencia social que otrora caracterizó a Costa Rica y a nuestro pueblo.
No seamos ranitas, en una olla con el disco de la cocina encendido y demos ese impostergable salto, que nos haga darnos cuenta de que aun tenemos tiempo de reaccionar y de hacer algo por nuestro país pero esto es tarea de los políticos sino de toda la ciudadanía, si amiga y amiga de Usted en lo personal.
A esta historia la llamaremos: la metáfora de la ranita.-
Imagínese una olla de agua fría, donde una ranita nada sin preocuparse de nada en el mundo.
De pronto alguien enciende el disco de la cocina y el agua va calentándose poco a poco.
El agua empieza a poner tibia y la ranita se dice a sí misma: “Qué agradable, me gusta esta temperatura del agua” y sigue nadando más feliz que antes por toda la olla.
Pero el agua, sigue poniéndose más y más caliente…
Entonces la ranita piensa: “mmm esto parece que está más caliente, ya hace mucho calor, pero no importa, no me voy a preocupar por eso” y sigue nade que nade.
El agua se pone más caliente, la ranita está cansada y con mucho calor, tiene una sensación desagradable en todo su cuerpo, sin embargo se dice: “ufff, esto no está bien, pero no importa, voy a seguir como si nada”
El agua sigue y sigue calentándose y la ranita simplemente no hace nada hasta que muere.
Si la ranita hubiera entrado a la olla cuando el agua estaba hirviendo, seguro hubiera escapado de inmediato, pero como el cambio de temperatura se fue dando poco a poco, no le dio importancia, hasta que fue demasiado tarde.
Lo mismo sucede con nuestra sociedad, los cambios paulatinos que estamos sufriendo, parece que los notamos, pero lo cierto, es que realmente no hacemos nada para escapar de ellos.
Los indicadores económicos, de competitividad y de seguridad ciudadana en nuestro país han bajado y nosotros, cual ranitas nadadoras, vemos lo que sucede y no hacemos nada para evitar que la Costa Rica que tantos halagos recibía por sus logros en materia política, económica y ambiental, por ejemplo, se nos vaya como arena entre los dedos.
Amigas y amigos, ojalá tomemos conciencia de que debemos despertar de nuestra indiferencia hacia los graves problemas que como sociedad amenazan con destruir la forma de convivencia social que otrora caracterizó a Costa Rica y a nuestro pueblo.
No seamos ranitas, en una olla con el disco de la cocina encendido y demos ese impostergable salto, que nos haga darnos cuenta de que aun tenemos tiempo de reaccionar y de hacer algo por nuestro país pero esto es tarea de los políticos sino de toda la ciudadanía, si amiga y amiga de Usted en lo personal.
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