William Walker, un aventurero de New Orleans, aprovechándose de la guerra civil entre conservadores y leoneses, desembarca en Nicaragua con 165 secuaces y es proclamado por un bando como general en jefe del ejército de Nicaragua.
Sus planes son apoderarse de toda Centroamérica, y anexarla a los estados esclavistas del sur de los Estados Unidos.
El Presidente de Costa Rica, Juan Rafael Mora, dirige el 20 de noviembre del mismo año, una proclama advirtiendo del grave peligro que se cierne sobre la patria.
El 27 de febrero de 1856, el congreso le autoriza a levantar un ejercito y a contratar un empréstito para la guerra: Perú presta generosamente un millón de pesos oro.
El 1 de marzo, el presidente Mora llama a las armas a todos los costarricenses.
El 3 de marzo, se reúne en San José el ejercito expedicionario
Al día siguiente por la mañana, salen la vanguardia, compuesta por 2.500 soldados.
El 7 de marzo, don Juanito Mora deja como presidente a don Francisco María Oreamuno, y asume el mando del ejército,
La noche del 10 de marzo, desembarcan en Bebedero, Guanacaste, el general José Joaquín Mora y su estado mayor.
El día 11, el ejército expedicionario acampa en Bagaces. Los generales Mora y Cañas planean sus próximos movimientos
El 12 llega a Puntarenas don Juanito Mora en camino a unirse al ejército.
El 16, entre 300 y 400 filibusteros penetran en Costa Rica: su plan es capturar San José
El 17 de marzo, el ejército costarricense, que está en Liberia, se entera de la invasión.
El 19, los filibusteros ocupan la casa de la Hacienda de Santa Rosa
Y el 20 de marzo de 1856 a las 4 de la tarde, después de una marcha forzada, las tropas costarricenses escriben en 14 minutos de fiero combate, la más brillante página de la historia de Costa Rica.