El pasado martes 31 de enero, fue el día de la poesía, celebración con la que rendimos homenaje al poeta turrialbeño, Jorge Debravo.
Debravo nació precisamente un 31 de enero de 1938
Entre las anécdotas que rodean a este inmortal costarricense hay dos: una que dice que la madre de Jorge Debravo, le enseñó a escribir sobre hojas de plátano, abundantes en su tierra natal, Guayabo de Turrialba.
Y otra que la gran ilusión del pequeño era tener un diccionario, el cual logró comprarse luego de intensa trabajo en el campo.
Reconocido como un estudioso autodidacta, Debravo impulsñó el movimiento de la poesía vanguardista costarricense, hasta su trágica muerte, producto de un accidente de tránsito, en 1967.
Cómo no recordar al maestro Jorge DEbravo con uno de sus poemas?
(GUSTAVO ROJAS) HOMBRE
Soy hombre , he nacido,
tengo piel y esperanza.
Yo exijo, por lo tanto,
que me dejen usarlas.
No soy dios: soy un hombre
(como decir un alga).
Pero exijo calor en mis raíces,
almuerzo en mis entrañas.
No pido eternidades
llenas de estrellas blancas.
Pido ternura, cena,
silencio, pan, casa...
Soy hombre, es decir,
animal con palabras.
Y exijo, por lo tanto,
que me dejen usarlas.
Viva por siempre Jorge Debravo en nuestros corazones de poetas.
El pasado martes 31 de enero, fue el día de la poesía, celebración con la que rendimos homenaje al poeta turrialbeño, Jorge Debravo.
Debravo nació precisamente un 31 de enero de 1938
Entre las anécdotas que rodean a este inmortal costarricense hay dos: una que dice que la madre de Jorge Debravo, le enseñó a escribir sobre hojas de plátano, abundantes en su tierra natal, Guayabo de Turrialba.
Y otra que la gran ilusión del pequeño era tener un diccionario, el cual logró comprarse luego de intensa trabajo en el campo.
Reconocido como un estudioso autodidacta, Debravo impulsñó el movimiento de la poesía vanguardista costarricense, hasta su trágica muerte, producto de un accidente de tránsito, en 1967.
Cómo no recordar al maestro Jorge DEbravo con uno de sus poemas?
(GUSTAVO ROJAS) HOMBRE
Soy hombre , he nacido,
tengo piel y esperanza.
Yo exijo, por lo tanto,
que me dejen usarlas.
No soy dios: soy un hombre
(como decir un alga).
Pero exijo calor en mis raíces,
almuerzo en mis entrañas.
No pido eternidades
llenas de estrellas blancas.
Pido ternura, cena,
silencio, pan, casa...
Soy hombre, es decir,
animal con palabras.
Y exijo, por lo tanto,
que me dejen usarlas.
Viva por siempre Jorge Debravo en nuestros corazones de poetas.