Muchas veces los jóvenes buscan lugares dentro de la casa poco aptos para la concentración, así mismo tienen posturas que lejos de ayudarles a su aprendizaje, más bien les afecta en su estudio.
Tal vez, usted dirá: “por mí que estudie donde quiera, mientras estudie”, pero eso no es del todo exacto, ya que lo que se busca es que ese estudio sirva para comprender conceptos y saber aplicarlos en nuestra vida diaria y eso es más sencillo de asimilar, si nuestros estudiantes tienen una cultura de estudio que implica también una buena posición al sentarse a estudiar.
Escuchemos lo que nos dijo al respecto, Olga Sánchez Brenes, Profesora de Diseño Industrial e investigadora del TEC.
Si hablamos de estudio una buena postura en este caso es, por ejemplo, que los pies están apoyados en el piso, que la rodilla tenga un ángulo de 90 grados, la cadera tenga un ángulo de 90 grados también para que la oreja, el hombro y la cadera, estén formando una línea recta.
Olga Brenes comentó que en muchos casos los muebles de nuestra casa no están diseñados para que las personas puedan estudiar, lo que provoca que nos sintamos tensos, cansados o más bien, demasiado relajados.
Además, la especialista indicó que un estudiante debe repasar la materia en lapsos de 30 minutos, con descansos de 15, eso le ayudará a asimilar mejor los contenidos de estudio.
No dejemos de lado que el mejor lugar para estudiar es el que está bien iluminado, está libre de distracciones y, desde luego, es cómodo y nos ayuda a mantener una postura adecuada.
Fomente buenos hábitos de estudio entre sus hijos y está atento al lugar donde estudian y en la posición en que lo hacen. Tal vez ligeros cambios en esto, pueden hacer una importante diferencia en su rendimiento académico.