Escuchemos lo que Carlos Diaz indica al respecto,
INSERCIÓN: “El desconocer o evadir la normativa del español; en este caso mediante el vicio del solecismo, constituye un gran peligro de imperfección de nuestro idioma y, por ende, también en nuestro desarrollo laboral, educativo o social ya que afecta nuestra capacidad comunicativa y, en este sentido, hay que recordar que nuestra comunicación es una de nuestras principales cartas de presentación”.
Algunas clases de solecismo se dan cuando se cae en la falta de concordancia, en alteraciones a las partes de la oración y cuando se utilizan incorrectamente los pronombres o las variantes pronominales. Esos ejemplos los explicamos en nuestra última entrega.
Otros tipos de solecismo, son cuando se unen dos preposiciones, por ejemplo al decir: “asistiré con o sin mi hermano”. En este caso, ambas preposiciones son contrarias, por lo cual lo adecuado es decir “iré con mi hermano o sin él”.
También se da el solecismo al separar una forma verbal compuesta, por ejemplo: “He estado desde el domingo estudiando”. El verbo compuesto es: “He estado estudiando” y como tal no debe separarse. Lo correcto, entonces, es decir: “He estado estudiando desde el domingo”.
Otro caso muy común de solecismo es cuando se separa el complemento directo, por ejemplo al decir: “En ese barrio se alquilan casas para matrimonios de cemento”, en esta oración el complemento directo está constituido por la expresión “casas de cemento” y, por ende, no se debe separar. Lo adecuado es: “En ese barrio se alquilan casas de cemento para matrimonios”.
Como siempre los invitamos a estar atentos a las valiosas cápsulas acerca del uso correcto del español que nos entrega nuestro comentarista Carlos Díaz Chavarría.