Eso es lo que queremos analizar hoy, ya que en ocasiones las promesas de campaña, se quedan solo en eso PROMESAS.
¿por qué se da esta situación?¿por ingobernabilidad o por incapacidad?
Eso fue lo que le consultamos a Luis Guillermo Solís, precandidato presidencial y politólogo.
INSERCION: “Yo creo que es una combinación de cosas, empezando por un factor de usted no menciona que es la irresponsabilidad de un político que en aras de ganar es capaz de ofrecer cualquier cosa verdad, del político que siente que tiene que prometer el oro y el moro en aras que lo acompañen con el voto y al hacerlo se extralimita porque cuando llega al poder, y efectivamente gana una elección se da cuenta que ni tiene la capacidad de cumplir esas promesas porque no le da a muchas de ellas no puede satisfacer a todos los públicos en todo lo que ha ofrecido y que aun cuando existen los recursos muchas veces esos recursos no pueden ser dispuestos por él o por ella de la forma en que lo había imaginado”.
El ofrecer y no cumplir en la política tiene un precio. Afecta nuestro sistema democrático, nuestro sistema de partidos políticos y nuestra fe en lo político en el sentido amplio de la palabra. Amplía Manuel Barahona quién es sociólogo.
Inserción: “Ese malestar si es continuo o se va a extendiendo en el tiempo pues lleva a una desafección hacia los procesos políticos verdad a uno a cierta, casi podríamos decir una valoración cínica verdad de la política y sus resultados y a un descrebimiento en los resultados de la misma y una crítica también gradual y latente a la institucionalidad democrática en la medida que no logra traducir en éxitos con resultados tangibles”.
Mañana continuaremos analizando otras implicaciones de las promesas no cumplidas y qué debemos hacer nosotros como electores para impedir que algunos políticos nos den “atolillo con el dedo” cada 4 años-
Colaboración de la periodista Daniela Bogantes Abarca.