El partido de Nicoya era un territorio que comprendía las tierras ubicadas entre el río de la Flor y el lago de Nicaragua al Noroeste.
Al Sur limitaba con las zonas que conocemos como Golfo de Nicoya, río Tempisque y río Salto; al Este limitaba con una línea que unía al Río Salto con el inicio del río San Juan.
Nunca se fijaron los linderos del Partido por el oeste, que era una región montañosa y boscosa y estaba habitada por naciones indígenas que no se sometieron a al autoridad española.
El nombre Nicoya era el nombre del monarca que reinaba en dicho territorio a la llegada de los españoles en 1523 y parece provenir de las palabras Nicúa y Necoclau , términos nahuas que, según los investigadores significan "península.
Durante décadas este territorio había vivido diferentes condiciones políticas, dependiendo de las autoridades de turno.
Esta misma situación había hecho de los pobladores nicoyanos una comunidad muy independiente, acostumbrada a preocuparse por trabajar y salir adelante.
La principal actividad económica era la ganadería, cuyos dueños eran hacendados residentes en Nicaragua o el Valle Central de Costa Rica.
Para 1801, según los cálculos del obispo Bernardo Augusto Thiel, la mayoría de la población del actual Guanacaste era de orígenes mulatos, aunque sin duda tenían también una importante proporción de sangre indígena y española.
En 1812 el Partido de Nicoya fue unido a nuestro país en materia electoral, para que completáramos la población necesaria y así poder tener un representante en las Cortes de Cádiz, en España.
De esta forma, nuestro país pudo enviar al presbítero Florencio del Castillo que tuvo una gran participación en defensa de los derechos de los indígenas.
Cuando se declaró la independencia de Centroamérica en el año 1821, las autoridades nicaragüenses comenzaron a tener cierta influencia sobre los nicoyanos, en especial porque durante los últimos años el Partido de Nicoya había formado parte de la Intendencia de León.
A principios de 1822, el Jefe Político Superior de León, don Miguel González Saravia y Colarte, tomó una polémica decisión:
“Voy a separar de su cargo al Jefe Político Subalterno de Nicoya, Pedro Sobenes y lo reemplazaré por Francisco de Alvarado”
Este nombramiento provocaría fuertes reacciones en Nicoya.
El partido de Nicoya era un territorio que comprendía las tierras ubicadas entre el río de la Flor y el lago de Nicaragua al Noroeste.
Al Sur limitaba con las zonas que conocemos como Golfo de Nicoya, río Tempisque y río Salto; al Este limitaba con una línea que unía al Río Salto con el inicio del río San Juan.
Nunca se fijaron los linderos del Partido por el oeste, que era una región montañosa y boscosa y estaba habitada por naciones indígenas que no se sometieron a al autoridad española.
El nombre Nicoya era el nombre del monarca que reinaba en dicho territorio a la llegada de los españoles en 1523 y parece provenir de las palabras Nicúa y Necoclau , términos nahuas que, según los investigadores significan "península.
Durante décadas este territorio había vivido diferentes condiciones políticas, dependiendo de las autoridades de turno.
Esta misma situación había hecho de los pobladores nicoyanos una comunidad muy independiente, acostumbrada a preocuparse por trabajar y salir adelante.
La principal actividad económica era la ganadería, cuyos dueños eran hacendados residentes en Nicaragua o el Valle Central de Costa Rica.
Para 1801, según los cálculos del obispo Bernardo Augusto Thiel, la mayoría de la población del actual Guanacaste era de orígenes mulatos, aunque sin duda tenían también una importante proporción de sangre indígena y española.
En 1812 el Partido de Nicoya fue unido a nuestro país en materia electoral, para que completáramos la población necesaria y así poder tener un representante en las Cortes de Cádiz, en España.
De esta forma, nuestro país pudo enviar al presbítero Florencio del Castillo que tuvo una gran participación en defensa de los derechos de los indígenas.
Cuando se declaró la independencia de Centroamérica en el año 1821, las autoridades nicaragüenses comenzaron a tener cierta influencia sobre los nicoyanos, en especial porque durante los últimos años el Partido de Nicoya había formado parte de la Intendencia de León.
A principios de 1822, el Jefe Político Superior de León, don Miguel González Saravia y Colarte, tomó una polémica decisión:
“Voy a separar de su cargo al Jefe Político Subalterno de Nicoya, Pedro Sobenes y lo reemplazaré por Francisco de Alvarado”
Este nombramiento provocaría fuertes reacciones en Nicoya.