Muy buenos días, hoy es un día para celebrar.
Así es, en primer lugar, le enviamos un saludo a todas los funcionarios municipales, alcaldes, intendentes, regidores, síndicos u concejales, ya que en esta fecha celebramos el Día del Régimen Municipal.
Además es el Día de la cultura afrocostarricenses, por lo que seguimos contándole sobre la influencia de esta población en nuestro país.
Como recordamos, el lunes indicábamos que la primera oleada de población negra a Costa Rica, vino con la llegada de los europeos al Continente.
Luego fueron los zambos, quienes también fueron mezclándose con la población.
La tercera oleada, es la considerada, la más importante.
Se trata de la llegada de negros provenientes de las islas del caribe.
Costa Rica tiene la diáspora jamaiquina más grande después de Cuba y Panamá y su desarrollo como nación es testigo de su contribución.
Hacia la segunda mitad del Siglo 19, el café se convirtió en el principal producto de exportación de Costa Rica. Las cosechas se transportaban desde la Costa Pacífica, por la inaccesibilidad del terreno selvático de la Costa Atlántica.
Para ser llevado a Europa, tenía que dar la vuelta por Sudamérica, lo que aumentaba el costo y le quitaba competitividad. A fin de solucionar esta situación, en 1871 se inició la construcción de una vía férrea y un puerto en la Costa Atlántica.
Por la escasez de mano de obra local, se importaron italianos, chinos, y negros del Caribe y de Centroamérica. Esto coincidió con una crisis de empleo en Jamaica que provocó un éxodo a países vecinos.
Muchos jamaiquinos tenían la intención de regresar a su país; pero la mayoría se quedó en la provincia de Limón.
Sin embargo, en 1913 comienza a descender la producción bananera. La United Fruit Company, que controlaba la mayor parte de ella, decide moverse a la Costa Pacífica.
El gobierno, temeroso de que el país se viera "invadido" por trabajadores negros que robarían los empleos de los costarricenses, adoptó una Ley en 1934 que prohibía a los negros trabajar en las plantaciones de la Costa Pacífica. Esta Ley, y la ley no escrita que no admite a los negros en la capital, tuvo el efecto de aislar por completo a la comunidad.
Esta situación persistió hasta después de la guerra civil del 48, cuando ambos bandos, en búsqueda de apoyos, cortejaron a la comunidad limonense.
Hoy, es claro que la comunidad afrocostarricense está plenamente integrada a la sociedad costarricense, aunque aun lucha por abrirse más espacios donde promover su visión y su cultura.
FUENTE: Agencia Latinoamericana de Información.
Muy buenos días, hoy es un día para celebrar.
Así es, en primer lugar, le enviamos un saludo a todas los funcionarios municipales, alcaldes, intendentes, regidores, síndicos u concejales, ya que en esta fecha celebramos el Día del Régimen Municipal.
Además es el Día de la cultura afrocostarricenses, por lo que seguimos contándole sobre la influencia de esta población en nuestro país.
Como recordamos, el lunes indicábamos que la primera oleada de población negra a Costa Rica, vino con la llegada de los europeos al Continente.
Luego fueron los zambos, quienes también fueron mezclándose con la población.
La tercera oleada, es la considerada, la más importante.
Se trata de la llegada de negros provenientes de las islas del caribe.
Costa Rica tiene la diáspora jamaiquina más grande después de Cuba y Panamá y su desarrollo como nación es testigo de su contribución.
Hacia la segunda mitad del Siglo 19, el café se convirtió en el principal producto de exportación de Costa Rica. Las cosechas se transportaban desde la Costa Pacífica, por la inaccesibilidad del terreno selvático de la Costa Atlántica.
Para ser llevado a Europa, tenía que dar la vuelta por Sudamérica, lo que aumentaba el costo y le quitaba competitividad. A fin de solucionar esta situación, en 1871 se inició la construcción de una vía férrea y un puerto en la Costa Atlántica.
Por la escasez de mano de obra local, se importaron italianos, chinos, y negros del Caribe y de Centroamérica. Esto coincidió con una crisis de empleo en Jamaica que provocó un éxodo a países vecinos.
Muchos jamaiquinos tenían la intención de regresar a su país; pero la mayoría se quedó en la provincia de Limón.
Sin embargo, en 1913 comienza a descender la producción bananera. La United Fruit Company, que controlaba la mayor parte de ella, decide moverse a la Costa Pacífica.
El gobierno, temeroso de que el país se viera "invadido" por trabajadores negros que robarían los empleos de los costarricenses, adoptó una Ley en 1934 que prohibía a los negros trabajar en las plantaciones de la Costa Pacífica. Esta Ley, y la ley no escrita que no admite a los negros en la capital, tuvo el efecto de aislar por completo a la comunidad.
Esta situación persistió hasta después de la guerra civil del 48, cuando ambos bandos, en búsqueda de apoyos, cortejaron a la comunidad limonense.
Hoy, es claro que la comunidad afrocostarricense está plenamente integrada a la sociedad costarricense, aunque aun lucha por abrirse más espacios donde promover su visión y su cultura.
FUENTE: Agencia Latinoamericana de Información.