Hemos escuchado versiones de que este tipo de cigarros son más dañinos que los comunes, pero también hay quienes los defienden como los menos perjudiciales.
Hoy vamos a contestar esta pregunta, con la salvedad, eso sí, de que todo tipo de cigarro es muy dañino para su salud.
El mentol en nuestro cuerpo, actúa en las terminaciones de los nervios encargados de percibir la sensación de frío, localizadas en la piel y en las membranas mucosas de la boca, la nariz y las vías respiratorias. A través de este mecanismo, el mentol produce una sensación de frescor que lleva a pensar equívocamente a algunos fumadores que los cigarros mentolados son beneficiosos para la salud al atribuírseles un efecto de disminución de la irritación de garganta.
Pero lo cierto es que fumar este tipo de cigarrillos supone un riesgo de salud mayor al intensificar la adicción al tabaco, aunque no esté vinculado a un mayor riesgo de enfermedad. Así lo revela una nueva investigación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, FDA que asegura que si se consumen cigarrillos mentolados es más fácil empezar a fumar y más difícil dejarlo.
La FDA afirma que los fumadores de este tipo de tabaco tienen más probabilidades de fumar su primer cigarrillo cinco minutos después de despertarse, lo que sugiere que el sabor mentolado está vinculado a una mayor dependencia. Además son especialmente populares entre los jóvenes, lo que supone un riesgo de adelanto en la edad de inicio del hábito y agrava el problema de salud pública.
Estos resultados apoyan los del Comité de Asesoramiento Científico de Productos de Tabaco de la FDA, que en 2011 ya revelaban la necesidad prohibir el tabaco mentolado. La administración, en su nueva campaña de concienciación, abre un periodo de 60 días en los que cualquier persona puede sugerir opciones regulatorias para esta droga.