Y es que después de seguir a más de 1 mil neozelandeses durante varios años, encontraron que quienes lo hacen son menos propensos a sufrir alergias más adelante.
La razón, como explican en un artículo en la revista Pediatrics, está en la llamada "hipótesis de la higiene", que sostiene que la exposición temprana a ciertos gérmenes ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Este hallazgo no es suficiente como para que la comunidad médica empiece a recomendar estas dos prácticas. Así que si su niño se chupa el dedo o se come las uñas, busque estrategias para cambiar este inadecuado hábito.
Fuente BBC Mundo