Viernes, 16 Septiembre 2011 05:38

CERO TOLERENCIA

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A principios de semana comentamos sobre la iniciativa de que nadie que haya consumido licor le sea permitido conducir.
Según la legislación costarricense usted puede conducir con una, dos o otras tres cervezas entre pecho y espalda como dicen por ahí.
Pero, algunos miembros de la comunidad médica, como algunos legisladores prefieren irse “a la segura” y dejar escrito en la ley la cero tolerancia al alcohol en la conducción.
Sobre este tema quisimos conocer la opinión de nuestros oyentes y abrimos un sondeo de opinión en nuestro sitio en Internet: www.canara.org.
La pregunta era esta:
¿Está de acuerdo con la política de cero tolerancia al consumo del licor al volante?
Un 35 por ciento de nuestros participantes indicó que NO.
Mientras que un 70 por ciento dijo estar de acuerdo con una iniciativa como esta.
Además, en nuestro sitio en Internet también tenemos abierta la posibilidad de que nuestros oyentes realicen comentarios.
Presentamos el de un estimable radioescucha que se identificó como Tony García Pérez:
Empiezo afirmando que ninguna ley educa, para eso existe los procesos de CULTURIZACIÓN de una sociedad que desde luego, no es como hacer aguadulce.
Las futuras sociedades se construyen en las aulas y hoy en día la educación pública está cuestionada.
La cerveza es parte de la canasta básica, la Fábrica de Licores es del Estado, no existe EDUCACIÓN VIAL COMO MATERIA DE CURRÍCULUM; los medios de comunicación difícilmente organizan campañas educativas contra el alcohol, más del 50% de la familia costarricense está desintegrada, entonces esa ley se va a convertir en un arma de doble filo e indudablemente una ley represiva y por ende un negocio redondo para las arcas de Estado.
Gracias don Tony por su comentario.
Queda en manos de nuestros legisladores seguir ejemplos como el de Brasil, el cual tiene años de mantener la política de cero tolerancia al licor y el volante o el de seguir permitiendo que nuestras carreteras sean el cementerio de muchos conductores y peatones.
Y queda, además una gran tarea pendiente, la cual nos la recordó nuestro amable radio escucha: la de formar y educar a nuestra población en el consumo de licor.
A principios de semana comentamos sobre la iniciativa de que nadie que haya consumido licor le sea permitido conducir.
Según la legislación costarricense usted puede conducir con una, dos o otras tres cervezas entre pecho y espalda como dicen por ahí.
Pero, algunos miembros de la comunidad médica, como algunos legisladores prefieren irse “a la segura” y dejar escrito en la ley la cero tolerancia al alcohol en la conducción.
Sobre este tema quisimos conocer la opinión de nuestros oyentes y abrimos un sondeo de opinión en nuestro sitio en Internet: www.canara.org.
La pregunta era esta:
¿Está de acuerdo con la política de cero tolerancia al consumo del licor al volante?
Un 35 por ciento de nuestros participantes indicó que NO.
Mientras que un 70 por ciento dijo estar de acuerdo con una iniciativa como esta.
Además, en nuestro sitio en Internet también tenemos abierta la posibilidad de que nuestros oyentes realicen comentarios.
Presentamos el de un estimable radioescucha que se identificó como Tony García Pérez:
Empiezo afirmando que ninguna ley educa, para eso existe los procesos de CULTURIZACIÓN de una sociedad que desde luego, no es como hacer aguadulce.
Las futuras sociedades se construyen en las aulas y hoy en día la educación pública está cuestionada.
La cerveza es parte de la canasta básica, la Fábrica de Licores es del Estado, no existe EDUCACIÓN VIAL COMO MATERIA DE CURRÍCULUM; los medios de comunicación difícilmente organizan campañas educativas contra el alcohol, más del 50% de la familia costarricense está desintegrada, entonces esa ley se va a convertir en un arma de doble filo e indudablemente una ley represiva y por ende un negocio redondo para las arcas de Estado.
Gracias don Tony por su comentario.
Queda en manos de nuestros legisladores seguir ejemplos como el de Brasil, el cual tiene años de mantener la política de cero tolerancia al licor y el volante o el de seguir permitiendo que nuestras carreteras sean el cementerio de muchos conductores y peatones.
Y queda, además una gran tarea pendiente, la cual nos la recordó nuestro amable radio escucha: la de formar y educar a nuestra población en el consumo de licor.
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