Esto no es nuevo, grupos ideologizados identificados con las leyes vigentes en Venezuela y Ecuador, han intentado en otras ocasiones apoderarse de los medios de comunicación ticos, para convertirlos en maquinarias de adoctrinamiento, sin embargo, la reacción oportuna y vehemente de los costarricenses en defender sus libertades, han logrado detener estos impulsos.
Durante esta administración explotó la noticia de que un proyecto borrador, gestado desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, que incorporaba artículos que imponían una mordaza a los medios, al meter mano en la producción televisiva y radiofónica. Afortunadamente la reacción ciudadana impidió que esta iniciativa cobrara fuerza y así se detuvo esta amenaza a tiempo.
Sin embargo, los impulsores de las leyes mordaza no se quedaron tranquilos, buscaron otro vía y elaboraron un proyecto de ley que denominaron: Ley participativa de radio y televisión, la cual no es más que otro rejuntado de artículos de leyes sudamericanas, las cuales dicen cosas muy bonitas, pero que en realidad buscan limitar nuestros derechos de expresión e información al poner en manos del Gobierno facultades que lo autorizarían hasta cerrar un medio que les resulte inc.
Como este tipo de leyes no son del agrado de nadie en la Asamblea Legislativa, salvo de los que comulgan con la Venezuela de Chaves y Maduro; en esta nueva intentona se recurrió a la gente, a la ciudadanía inocente y confiada, para recoger firmas y de esta manera presentar su peligroso proyecto de ley a través de la oficina de Iniciativa Popular de la Asamblea Legislativa. Esta estrategia parte del hecho de mucha gente no lee todo el texto y son sorprendidos con cantos de sirena.
Pero igual, no tendrán éxito, ya que la posición de la mayoría de los legisladores es la de apoyar y defender la libertad de expresión e información, tal como lo manifiesta el diputado Oscar López, del PASE.
INSERCIÓN: Personalmente tendrán en mí a un luchador por sus intereses, porque los intereses de los comunicadores son los intereses de la democracia y los intereses del pueblo costarricense.
En las últimas semanas, han intensificado su esfuerzo por conseguir el número de firmas requerido por el TSE. Así que no lo sorprendan si lo detienen para pedirle “una firmita”, con el timo de apoyar la democracia, cuando lo que buscan en realidad es todo lo contrario.
Pero como en este país todavía vivimos en democracia, donde podemos expresarnos y actuar libremente, no se les puede impedir que realicen este acto, lo cual nos parece bien.
Nos parece bien porque es la muestra más clara de que la democracia costarricense funciona y por eso no debemos manosear las leyes que rigen y regulan a los medios de comunicación, pilares de ese modelo democrático que tanto apreciamos.
Por eso hoy queremos dirigirnos a ese más de medio millón de oyentes, que nos hacen el honor de escucharnos cada mañana: para no caigan en la trampa de discursos bonitos y caras sonrientes; neguemos la firma a quienes pretenden limitar nuestra libertad de expresión e información, no tanto por nosotros, sino para que sus hijos y nietos gocen de las mismas libertades que disfrutamos… hasta ahora.