Usted las ha visto. Están a la entrada de edificios gubernamentales, empresas privadas y hasta de mansiones privadas son ... las esferas de piedra fueron encontradas originalmente en la zona sur de costa rica, dentro de la región arqueológica Diquis. Aunque se supone que fueron hechas por pueblos indígenas, la verdad es que no se tiene certeza de las técnicas utilizadas, ni hay otros restos que comprueben esta afirmación. Los arqueólogos han encontrado cientos de estas esferas de piedra, casi perfectas, y sus tamaños van, desde unos pocos centímetros, hasta más de dos metros y medio de diámetro. Pero don Edmundo Mora Rivera, más conocido como “Don Mundo”, un artesano nacido en Granada, Nicaragua, en vez de preguntarse “¿de donde salieron esas esferas de piedra?”, decidió hacerlas él mismo. Don Mundo saca del río Térraba las piedras que más se asemejan a una esfera, y picándolas con diferentes herramientas, las va redondeando hasta dejar esferas casi perfectas. A sus setenta y seis años de edad, don Mundo ya agarró practica, y se ha especializado en realizar esferas de unos treinta centímetros de diámetro, pero también ha hecho de un metro y medio. Entre el cuido de los nietos y los mandados, don Mundo, en unas treinta horas de minuciosa labor, nos regala otra muestra de su habilidad, y deja a otro cliente satisfecho de tener una reproducción de las misteriosas esferas de piedra. Así que, aunque las esferas de piedra originales hayan sido cinceladas por visitantes extraterrestres o por los antiguos Atlantes, don Mundo decidió demostrar que, sin herramientas ni instrumentos de precisión, se podían reproducir esferas casi perfectas, y así terminó con la discusión de una sola vez. Fuente: Artículo del Arqueólogo Francisco Corrales, publicado en revista del Museo Nacional