Jueves, 13 Agosto 2009 18:00

No hay riesgo con los auxiliares electorales.

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La necesidad que tiene el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) de reclutar auxiliares electorales para los comicios del 2010, no nace de la noche a la mañana. Desde 1998 se dieron los primeros indicios del debilitamiento estructural de los partidos políticos para disponer de un grupo de miembros de mesa voluntarios que trabajaran en forma gratuita el día de las Elecciones. Por ello, conforma un grupo de auxiliares electorales para febrero del 2002. Ante críticas recibidas no lo hace en diciembre de ese año ni lo contempla para las nacionales del 2006.

¿Qué pasó? Muy sencillo. A pocas semanas de las elecciones de febrero del 2006 un importante número de juntas receptoras de votos no estaban debidamente instaladas ante la ausencia de miembros de mesa. El material electoral continuaba sin entregarse. Los partidos políticos nuevamente demuestran grandes dificultades para reclutar voluntarios que laboren en esas funciones.

El TSE hace un llamado a la ciudadanía costarricense para que se integre voluntariamente como miembros de mesa. Decenas de personas acuden al llamado, incluso celebridades como el famoso escultor Jiménez Deredia o el astronauta Franklin Chang Díaz. En un mínimo de tiempo el TSE tuvo que capacitar a estos voluntarios para tratar de paliar la ausencia de miembros de mesa en todo el país. 

Durante el escrutinio de los comicios del 2006 el TSE tuvo que lidiar con deficiencias en el accionar de las mesas al momento de llenar las actas de cierre o de depositar los materiales en el saco correcto. El Estado de la Nación manifestó para aquel momento que no se trataron de maniobras intencionales sino de errores humanos. A nuestro criterio, la poca capacitación tuvo su cuota de responsabilidad en la mayoría de los casos.

Por ello, el TSE decide nuevamente acudir a los auxiliares electorales en las elecciones de diciembre del 2006 y en el Referéndum del 2007. ¿Qué pasó? Muy sencillo. Los resultados fueron óptimos. Se minimizaron esas deficiencias y los mensajes procesados el día del Referéndum alcanzaron porcentajes altísimos. De nuevo el Estado de la Nación manifestó abierta y categóricamente que no hubo fraude ni favorecimiento por parte de ningún miembro de mesa.

En los comicios de febrero del 2010 el TSE contará de nuevo con este importante grupo de personas. Los auxiliares electorales no son miembros de mesa, salvo en el caso extremo de ausencia absoluta de representantes partidarios, y el pago de 40 mil colones que recibirán corresponde más a un viático por concepto de traslados y alimentación. En muchas ocasiones esa cifra apenas alcanza para los traslados.

Además, el TSE no puede obligar o sancionar a las agrupaciones por no contar con ese grupo de voluntarios que años atrás se presentaban en grandes cantidades. No existen normas jurídicas que sustenten sanciones por parte del TSE hacia los partidos políticos en ese sentido. Resultaría a todas luces inconstitucional.  Los reglamentos no pueden ir más allá de lo que está en la ley sobre todo si lo que está en juego es una sanción.

Finalmente y no por eso menos importante. Las decisiones electorales competen única y exclusivamente al TSE. Por lo tanto, si algún miembro del Cuerpo Nacional de Delegados –conformado en forma total y absolutamente voluntaria- no se siente conforme con alguna medida adoptada por la institución, tiene todo el derecho de renunciar. Por supuesto, que eso sería una pérdida lastimosa para todos. Las responsabilidades y facultades del honorable Cuerpo Nacional de Delegados siguen siendo las mismas que han existido por la vía constitucional y reglamentaria. Las variaciones que se han tomado han sido de forma y no de fondo.

El TSE sigue confiando plenamente en este valiosísimo grupo de ciudadanos que en forma ad-honórem trabaja por el país y por la democracia, aunque en una función totalmente distinta a la que corresponde a los auxiliares electorales. Pero también, el TSE debe velar por el adecuado desenvolvimiento del proceso electoral por lo que, si tiene que tomar medidas emergentes como lo es el reclutamiento de esos auxiliares electorales para garantizar que el día de las votaciones todas las mesas se abran y funcionen bien, lo seguirá haciendo cuantas veces sea necesario.