Nelson: honorable pasajero del metro, le ruego bajar el volumen de sus audífonos
Usted cree que eso es una broma? No esté tan seguro.
Japón es una sociedad muy estructurada, donde la vida se ha vivido durante siglos, de acuerdo a reglas muy rígidas y quien no las cumple recibe una sanción moral de sus conciudadanos.
Pero últimamente, la juventud japonesa se ha venido criando y educando con cada vez menos normas, y eso ha terminado por amenazar con su desaparición la tradicional cortesía y etiqueta que ha existido siempre entre los japoneses.
Sobre todo en los trenes y en el metro, ahora los jóvenes de Japón se comportan de manera que a las personas mayores les parece muy grosera,
Hablan y se ríen en voz alta por sus teléfonos celulares
Escuchan sus audífonos a demasiado volumen,
Se maquillan en público,
No ceden el paso ni sus asientos a los ancianos, enfermos ni a las mujeres embarazadas.
Y ante este relajo, Yokohama, uno de los principales puertos de Japón, decidió reaccionar, formando un cuerpo de policía especial: la policía de cortesía.
Esta policía de cortesía actuará sobre todo en los metros y trenes a las horas pico, para recordarle a los jóvenes la necesidad de respetar las reglas tradicionales de la cortesía japonesa.
Nelson por favol joven, ofrézcale su asiento a la anciana enferma.
estos policías irán vestidos con un uniforme verde brillante; pero no arrestan ni ponen multas, se limitan a pedirle a la persona que mejore su comportamiento.
Esta policía de cortesía la integran señores de sesenta años y más, que han demostrado que conocen y saben aplicar las reglas de cortesía tradicional, pero que además tienen buenas relaciones humanas
De esa manera podrán dirigirse de manera muy japonesa al pachuquillo y rogarle de manera diplomática que se comporte como la gente.
Ah!, y por si acaso, solo por si acaso… cada honorable integrante de la policía de cortesía, andará acompañado de un joven guardaespaldas, tal vez no tan venerable, pero con un amplio dominio de otras artes tradicionales del Japón.