¿Lloverá hoy?

Quien sabe, a lo mejor sí...

Pero usted, mejor no se la juegue y salga con una buena sombrilla o un elegante paraguas.

Es mejor prevenir que lamentar.

Exactamente lo mismo ha pensado la Comisión Nacional de Emergencias; por esto ha realizado numerosos trabajos antes de que iniciaran las lluvias.

Han estado trabajando en puentes, carreteras, diques y dragando ríos por todos los rincones del país.

Sin embargo, pese a estos esfuerzos aun queda mucho por hacer, sobre todo si tomamos en cuenta los augurios de una temporada de lluvias bastante intensa.

Lo primeros problemas de inundaciones siempre son a causa de las alcantarillas tapadas.

Y ase sabe que el diámetro de las tuberías es incapaz de soportar el caudal generado por los aguaceros fuertes y muchas veces la basura bloquea las alcantarillas.

Para peor, los vecinos ven como la basura tapa las rejillas de las alcantarillas y no hacen nada, más bien siguen tirando basura a la calle, la misma basura que después ayudará a que su casa se inunde.

Además, las ciudades son en realidad grandes capas de cemento que impiden que el agua se filtre en el suelo, por lo que tiene que correr hasta encontrar un caño donde consumirse.

El problema es que los caños y alcantarillas fueron diseñados hace décadas y para pueblos, no para ciudades.

Control   efecto lluvia, chorros de agua, tema dramático

Otra situación trágica que se repite cada año son las familias que viven a las márgenes de los ríos.

Daniel Gallardo, Presidente de la Comisión Nacional de emergencias.

Inserción.  “a mi me parece que este país debe tener unas veinte mil familias que viven en áreas de alta vulnerabilidad y que vive a la orilla de los ríos. Aquí se conjugan varios elementos, el hecho que en veinte años no se haya hecho nada por esta situación, lo que hace que la Comisión sea recurrente en los mismos lugares de siempre, porque es la misma familia de siempre. Porque no se ha hecho la inversión en los últimos veinte años para sacar a las familias de los ríos, en el pasado no se ha sido tan riguroso a la hora de dar permisos de construcción, la mismas municipalidades les ha faltado carácter para derribar el rancho que está a la orilla de un río y que se construye, no con permisos municipales, eso se construye en un fin de semana.”

Así y de muchas maneras más, seguimos demostrando que no tomamos en serio a la naturaleza ni a nosotros mismos.

Cada año, desalojan a familias de los cauces de los ríos, pero al año siguiente vuelven a construir esos ranchos, y no falta el político que consigue que les instalen servicios básicos, aún cuando todos saben que el próximo año, el río se llevará todo lo que les dieron.

Así, la naturaleza nos demuestra cada año que con ella no se juega, y que si no la tomamos en serio, la broma nos sale cada año más cara.