¡que se calle ese escándalo! La contaminación sónica es uno de los grandes problemas para la salud de la sociedad moderna. La Defensoría de los Habitantes ha recibido más de doscientas cincuenta denuncias por el ruido que provocan todo tipo de comercios en las zonas residenciales. Según el Defensor de los Habitantes, José Manuel Echandi, la principal preocupación de la Defensoría en este sentido son las consecuencias en la salud que puede tener la exposición a altos niveles de ruido, durante períodos prolongados. Disminución en la calidad del trabajo, tensión y agresividad son algunas de las consecuencias que se puede padecer al exponerse demasiado tiempo a sonidos muy altos. Los más afectados por el exceso de ruido son las personas mayores de sesenta años. El ruido les provoca estados depresivos, además de problemas para dormir. Según la Defensoría de los Habitantes, la situación se agrava con el otorgamiento de patentes municipales en zonas residenciales que funcionan al margen de los requisitos legales. Además arremete contra el Ministerio de Salud y las Municipalidades, quienes dan el visto bueno para que industrias y otros comercios se instalen en este tipo de zonas. Pero Oscar Guzmán, Ingeniero del Ministerio de Salud tiene otro criterio: “El ministerio de salud a pesar de contar no con grandes recursos ha realizado grandes esfuerzos para tratar de contrarrestar la problemática del creciente ruido que se ha ido generando en diferentes zonas del territorio nacional” Además Guzmán recordó que es obligación de todos controlar el exceso de contaminación sónica que sufre el país y no solo de su Ministerio. Este tema de la contaminación por exceso de ruido no es nueva. Desde el cinco de septiembre del año dos mil, la Defensoría presentó un recurso de inconstitucionalidad contra el Reglamento para el Control de la Contaminación por Ruido. Para la Defensoría, este decreto transgrede el derecho a la salud de los habitantes ya que no genera verdaderos controles para combatir el ruido imperante en bares, discoteques, talleres mecánicos y otros establecimientos. Como se ve, este problema de la contaminación sónica, seguirá sonando en nuestros oídos.