Señor Ministro de Comercio Exterior
Marco Vinicio Ruiz
Estimado Señor:
Con gran preocupación, debo referirme a los reportajes en los periódicos La Nación, La República, La Prensa Libre y Extra del día 16 de junio del 2009, donde usted denuncia en forma temeraria al sector industrial alimentario, y específicamente a mi persona, de extorsionarlo para conseguir solución a “problemas específicos” en nuestra área productiva, según sus comentarios.
Antes que nada, me permito presentar una definición de la palabra extorsión: “Un delito consistente en obligar a una persona, a través de la utilización de violencia o intimidación, a realizar u omitir un acto o negocio jurídico con ánimos de lucro y con la intención de producir un perjuicio de carácter patrimonial, o bien del sujeto pasivo o bien de un tercero” (Wikipedia).
Tanto CACIA como mí representada, Alimentos Jacks de Centroamérica, hemos solicitado por diferentes vías la exclusión de nuestros productos de las negociaciones de los tratados con Europa, China y Singapur. Hemos solicitado tal petición de exclusión siguiendo el proceso administrativo aceptado por la ley y las normas éticas. Las razones para esto han sido claras: la industria nacional está siendo lentamente condenada a la desaparición por culpa de una apertura desigual con respecto a las materias primas necesarias, situación que nos pone en desventaja a la hora de innovar y competir frente a los productos provenientes de países con economías de escala mucho mayores y que gozan de un fácil acceso a todo tipo de materias primas.
En ningún momento hemos utilizado la extorsión para lograr nuestros propósitos y no estamos solicitando nada que no hayan solicitado sectores como los del azúcar, lácteos, arroz, papa, y otras materias en tratados comerciales anteriores y actuales, en los cuales se les ha concedido lo que pedían en perjuicio de nuestra propia industria. Este doble estándar se ha vuelto intolerable para el futuro de la industria alimentaria de alto valor agregado.
Otros inconvenientes, como los problemas de contaminación de productos provenientes de China y la complejidad de lidiar con temas anti-dumping y reglamentarios con un país tan lejano, tanto geográfica como culturalmente, hace que la gran mayoría de afiliados a CACIA, estemos en contra de este tratado comercial.
Por esta razón, le solicito que aclare públicamente de qué forma nuestro sector ha incurrido en el delito de extorsión y que, si se tratara de un error, el COMEX, a través de su persona, haga pública su correspondiente disculpa.
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