negro cantor ¿qué te pasa Cocorí? tu mamá ha andado loca buscándote.
narrador el llanto no le dejó contestar, pero el negro cantor insistió con amable bondad
negro cantor ¡cuéntame!
Cocorí (pucheros) ¿te... acuerdas de mi flor?
negro cantor ¿la rosa que te dio la niña rubia?
Cocorí sí, la que no esperó mi regreso (pucheros al final)
negro cantor tranquilízate, Cocorí
Cocorí pero ¿por qué, negro cantor? si mi rosa era tan linda y buena, ¿por qué tuvo una vida tan corta?
negro cantor te engañas, Cocorí, no fue una vida corta
Cocorí ¡ya te lo dije, vivió solo un día! y ahí tienes a don Torcuato el caimán, y doña Talamanca la bocaracá, hinchados de tiempo.
narrador el negro acomodó a Cocorí sobre sus rodillas
negro ¿no viste que tu rosa tuvo una linda vida? ¿no viste que a cada minuto se daba toda entera hecha dulzura y perfume?
Cocorí ¡si! como me llenó de felicidad!
negro ¿que es la vida de Talamanca la bocaracá, que se arrastra perezosa asolando todo a su paso, y durmiendo largas digestiones?
¿y don Torcuato el caimán, bilioso por el poder de su vecina, que se desquita haciendo daños a su alrededor?
¿tu crees que eso es vivir, Cocorí? ¿dormitar al sol rumiando pensamientos malvados?
¿no ves que tu rosa tuvo en si vida; luz, generosidad, amor; y estos otros nunca los han conocido
narrador doña Modorra la tortuga asintió violentamente con la cabeza. ¡esa era la explicación que ella había estado buscando
Cocorí ¡es cierto! por ella salvé yo a doña Modorra, por ella rescaté al tití, y por ella me atreví a vencer a la selva
negro cantor tu rosa vivió en algunas horas más que los centenares de años de Talamanca y Torcuato, porque cada minuto útil vale más que un año inútil.
narrador Joaquín Gutiérrez, el autor de Cocorí, vivió una larga y fructífera vida, y seguirá vivo cada vez que un niño o un adulto, en costa rica o en cualquier lugar del mundo, abra uno de sus libros para deleitarse en sus historias eternas.
muchas gracias, don Joaquín.