Hoy, hace dieciocho años sucedió un hecho que los costarricenses recordamos con horror.
El treinta de Mayo de mil novecientos ochenta y cuatro, en la frontera de Nicaragua con Costa Rica, cuando se iba a llevar a cabo una conferencia de prensa con el Comandante Edén Pastora, líder de la Alianza Revolucionaria Democrática, ARDE, estalló una bomba que estremeció la sensibilidad de la opinión pública.
Como resultado, fallecieron cuatro guerrilleros del grupo de Edén Pastora
Además de los periodistas Linda Fraser, del periódico Tico Times, Jorge Quirós y Evelio Sequeira de Canal 6.
Así lo relata uno de los sobrevivientes, Edgar Fonseca, director del periódico Al Día:
Se trata de uno de los momentos mas duros en mi trayectoria profesional y como ser humano, se trata de un escenario de mucho dolor, de mucha angustia, de mucha tragedia en momentos en que hubo colegas periodistas y guerrilleros en aquel entonces anti sandinistas heridos y heridos de muerte. algunos de ellos a los que nos toco auxiliar en aquellas circunstancias de media noche, de oscuridad, de barro, de sangre, de dolor. fue una escena bastante terrible que, pues no se nos quita de nuestras mentes, que también nos pone en perspectiva los riesgos que asumía el ejercicio periodístico en aquel entonces en todo Centroamérica.
Se supone que la bomba iba dirigida a asesinar a Edén Pastora, el cual resultó levemente herido.
Aunque algunos señalaron que la mano de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos se encontraba detrás de este atentado, la verdad es que nunca se estableció en definitiva la responsabilidad de este atentado criminal.
Este hecho, que hoy los periodistas costarricenses recuerdan como su mayor tragedia de los últimos años, es solo una muestra de los peligros que enfrentan en su trabajo los comunicadores,
Al recordar este aniversario, Raúl Silezki, presidente del Colegio de Periodistas, señaló que otro atentado criminal cometido hace poco, el asesinato del periodista Parmenio Medina, permanece igualmente en la impunidad absoluta.
Nuestra sociedad no puede descansar mientras crímenes como estos, sigan sin castigo, y terminó exigiendo resultados concretos a las autoridades encargadas del caso.