Este cuento nos lo envía el estimado oyente Gregory Chaves Chaverri,
Narradora: Todos se reunieron la noche de Navidad. No faltaba nada ni nadie… El primero en llegar fue el arbolito.
Niño: ten arbolito toma esta sábana para que no se resfrié.
Narradora: y el arbolito se acomodó pomposo, exactamente en el centro del salón.
Luego llegó el niño Dios, venía acompañado de los Reyes Magos.
Niño: pasen, pasen siéntense alrededor del árbol.
Narradora: Luego entró límpida la Madre Naturaleza, seguida del sinuoso Padre Tiempo.
Niño: Ustedes también póngase alrededor del arbolito, ahí busquen un campito….
Narradora: Fue impresionante ver llegar al Gran Oso de Peluche, luego entraron los caballitos de madera, esos mismos, los que son primos de los caballitos de palo, y claro no podían faltar los soldaditos de plomo… Ese fue sólo el inicio…
De un momento a otro observamos como la habitación, en lustros de columpio y hamaca, se comenzó a llenar de juguetes, de robots, de muñecas con colores, carritos, bolinchas, hadas, duendecillos que bailaban y reían, eran totalmente felices sólo porque estaban ahí…
Luego, de un momento a otro, con paso firme, con su habitual traje color de siempre, entró Colacho, venía acompañado de sus renos, jo jo jo jooooo retumbó el eco omnipresente en todo el salón, mientras el sonido de cascabeles y copos de nieve se codeaban con el primo más cercano del viento alicio.
Niño: Señor colacho…. su trineo no cabe por la puerta, va a tener que dejarlo afuera.
Narradora: Luego llegaron las acuarelas, encabezando su marcha….
Y ahí cuando estaba el salón a medio llenar, llegaron, como una bendición, como el mejor milagro que puede acontecer en la vida… Llegaron… Y se percibieron inmediatamente risas, y la alegría terminó de llenar el salón… De un momento a otro los niños eran ese regalo que llenaba el ambiente de paz.
Todos se reunieron la noche de navidad. No faltaba nada ni nadie, cantaron, bailaron, contaron historias maravillosas y dentro de esas historias que contaron pude rescatar fragmentos de ellas, eran historias sencillas, recuerdos líricos y momentáneos de lo que sucedió una noche de navidad, en la cual no faltaba nadie…
Gregory Chaves Chaverri y le deseamos que pasé una muy feliz Navidad al lado de su familia y amigos.
Este cuento nos lo envía el estimado oyente Gregory Chaves Chaverri,
Narradora: Todos se reunieron la noche de Navidad. No faltaba nada ni nadie… El primero en llegar fue el arbolito.
Niño: ten arbolito toma esta sábana para que no se resfrié.
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Cápsulas
El Trompo de Navidad 2
Seguimos con nuestra historia de hoy, EL TROMPO DE NAVIDAD, de nuestra oyente Al final de nuestra historia de nuestra oyente María Elena Arias Valverde.
Quedamos en que el papá muy humilde buscaba en una compra y venta un regalo de navidad para su hija.
Papá: Buenas, vengo a ver que juguetito me alcanza con estas moneditas que tengo aquí.
Señor: mmm…..le puedo dar ese trompo de allá.
Narradora: Encontró un trompo de cuerda hecho de un material de lata de gran tamaño, todo descarapelado y raspado que solo se le veía la pintura por partes.
Papá: Esto es lo que compraré a mi hija.
Narradora: Se lo llevó a casa y sin que ella se diera cuenta lo metió en una caja de cartón debajo de su camita.
Papá: Fíjate a ver si el niño Dios te trajo algo.
Narradora: La niña buscó y se encontró aquel trompo todo pelado y descascarado.
Papá: mira no te pongas triste, que como el niñito lo había llevado a todo lado se le había raspado la pintura por el trajín del camino, pero como al trompo se le da cuerda, el solito emparejará el color al dar vueltas sobre vueltas y ya no se va a notar su defecto.
Narradora: La vida de cada persona es como aquel trompo, si se pone como eje a Jesús todo saldrá de colores a pesar de las dificultades.
Y así fue como aquel gran trompo vino a traer una gran alegría de navidad a esa humilde familia.
Gracias a María Elena Arias Valverde enviarnos esta historia.
Seguimos con nuestra historia de hoy, EL TROMPO DE NAVIDAD, de nuestra oyente Al final de nuestra historia de nuestra oyente María Elena Arias Valverde.
Quedamos en que el papá muy humilde buscaba en una compra y venta un regalo de navidad para su hija.
Este cuento es cortesía de nuestra querida oyente María elena arias Valverde.
Narradora: Años atrás en una pequeña finca de café, había una casita de teja habitada por una familia de siete miembros, una niña esperaba con devoción que llegara navidad para ser visitada por el niño Dios, él cual le traería algún regalito.
Ella solo contaba con un olote para formar una muñequita poniéndole pedacitos de hilo en la parte de arriba, para dar figura a la carita y pedazos de tiras de tela de ropa vieja anudada para lograr manos y pies, así jugaba mudando aquel olote como si realmente fuera una muñeca.
Pero resultó que después de contar los días, se llevó la mala nueva de que amaneció el veinticinco de diciembre, y por mucho que buscó y buscó no podía entender por qué a sus hermanitos más pequeños les trajo unas matracas y chilindrines, pero a ella extrañamente no le dejo nada de nada, entonces se acercó a su madre y le preguntó llorando.
Niña: ¿Por qué mamá, por qué no veo nada para mí?
Mamá muy triste: hija seguro al niño Dios se le olvido.
Narradora: esa respuesta no la convenció y lloro, lloro y lloró. Luego de unas horas el papá volvió del trabajo.
Papá: ¿Por qué veo a la niña tan triste?
Narradora: La mamá le contó todo lo que había sucedido. Entonces el padre buscó a su hija.
Papá: No te preocupes, deja ya de llorar, créeme que si el niñito termina de repartir y le sobra un regalo, se devolverá a buscar a ver a quién le pertenecía. Ten fe y mucha esperanza.
Narradora: Luego su papá se puso a buscar y rebuscar en todas las gavetas que había en su casa, como si se le hubiera perdido algo. Se fue a la ciudad a traer algo de comer a su familia y con el propósito firme de no defraudar a su pequeña.
Por ser su padre un agricultor costarricense de los muchos que a duras penas les alcanzaba para comer, no le había alcanzado para comprar el regalito a su hija; entonces visitó al señor campesino de una compra y venta.
Cuando regresemos la segunda parte y final de la historia EL TROMPO DE NAVIDAD de nuestra oyente María Elena arias Valverde.
Este cuento es cortesía de nuestra querida oyente María elena arias Valverde.
Narradora: Años atrás en una pequeña finca de café, había una casita de teja habitada por una familia de siete miembros, una niña esperaba con devoción que llegara navidad para ser visitada por el niño Dios, él cual le traería algún regalito.
Al finalizar la primera parte de nuestro cuento de hoy, escrito por un autor que llamaremos FRESS, dejamos a Alejandra, una joven que quería impulsar un proyecto de ayuda a las personas más necesitadas de su pueblo.
Alejandra: alquilaré un gran apartamento y lo decoraré con mis amigos, en cada esquina pondré un arbolito navideño y en cada pared una poesía con una gran enseñanza, y el techo, el techo lo llenaré de estrellas y corazones.
Narradora: A todas las personas necesitadas les envío un taxi y un traje hermoso, para que fueran súper vestidos. Alejandra estaba muy ansiosa por saber la reacción de Los invitados.
Al llegar algunos invitados estaban sorprendidos y otros no podían imaginarse que era lo que iba a suceder, algunos casi se desmayan y otros lloraban de felicidad.
La fiesta era estupenda, los invitados bailaron casi toda a noche, junto a Alejandra.
Alejandra: Vamos, ya es media noche, vamos a abrir los regalos.
Narradora: Los chiquitos recibían juguetes, otras personas ollas con un paquete de comida, y otros canasta con frutas, pero lo mas importante, todos creían en la navidad.
Por ahí nos contaron que esta historia es verdadera y que Alejandra realmente hizo todas estas cosas buenas por su gente.
Dicen Alejandra, una empresa le ofreció plata, otra un salón, para que trabajara con ellos en todas las celebraciones de navidad e hiciera algo parecido.
Alejandra hoy en día esta en el cielo. Pero su historia se hizo famosa y muchas personas, han hecho, celebraciones parecidas. En el cielo, Alejandra siempre ha creído y creerá en la navidad.
Gracias a Fress por compartir con nosotros esta historia de Navidad.
Al finalizar la primera parte de nuestro cuento de hoy, escrito por un autor que llamaremos FRESS, dejamos a Alejandra, una joven que quería impulsar un proyecto de ayuda a las personas más necesitadas de su pueblo.
Alejandra: alquilaré un gran apartamento y lo decoraré con mis amigos, en cada esquina pondré un arbolito navideño y en cada pared una poesía con una gran enseñanza, y el techo, el techo lo llenaré de estrellas y corazones.