Durante 22 horas
Durante 22 horas, los costarricenses fuimos los anfitriones del Presidente de los Estados Unidos Barack Obama, y de los Presidentes de Centroamérica y República Dominicana.
Durante 22 horas, los costarricenses fuimos los anfitriones del Presidente de los Estados Unidos Barack Obama, y de los Presidentes de Centroamérica y República Dominicana.
Uno de los deportes verbales más populares de muchas y muchos ticos es la queja. Por lo general nos encanta quejarnos de todo. Hoy me voy a concentrar en una de las quejas más comunes: criticar a quienes nos gobiernan.
Nos quejamos de la Municipalidad, de sus regidores y alcaldes. Nos quejamos de los diputados, de los ministros, presidentes ejecutivos, por supuesto nos quejamos de la señora presidenta y de toda la clase política costarricense a quienes culpamos de la mala situación en que nos encontramos.
Frecuentemente y desde diversos sectores se aborda el tema de la llamada “desigualdad social,” a la que se califica como una fuente de injusticia, que es preciso erradicar a toda costa, como si el desiderátum fuera convertir al género humano en un inmenso rebaño donde cualquier diferencia quedara abolida o al menos ignorada.
Seguramente, muchos de nosotros hemos sido, no pocas veces, abordados en las calles por vendedores ambulantes, que ofrecen todo tipo de bienes, como anteojos para el sol, cargadores y estuches para celulares; así como servicios tales como limpiar los zapatos, lavar y cuidar el carro. Todo esto a cambio, obviamente, de una retribución en dinero contante y sonante. Todas estas actividades son trabajos informales.
Seguramente, muchos de nosotros hemos sido, no pocas veces, abordados en las calles por vendedores ambulantes, que ofrecen todo tipo de bienes, como anteojos para el sol, cargadores y estuches para celulares; así como servicios tales como limpiar los zapatos, lavar y cuidar el carro. Todo esto a cambio, obviamente, de una retribución en dinero contante y sonante. Todas estas actividades son trabajos informales.