Gracias a su iniciativa, las personas ciegas aprendieron a escribir y leer aunque para iniciar, la primera regleta y punzón nos llegó de un circo que transito por nuestro país, en el que venía, don Tomás Espinoza, que disponía de los instrumentos de lectoescritura braille con lo que se convirtió en el primer maestro ciego, lograron en 1957, que se creara al Patronato Nacional de ciegos mediante la ley 2171 que para su tiempo, era una de las más avanzadas de América latina al inspirarse en legislación Europea, Estadounidense, Chilena y Argentina. Con una representación en su Junta Directiva de Ministerio de Salud, Ministerio, de Educación Pública, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Caja Costarricense de Seguro Social, Colegios de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, y dos representantes de Asociaciones de Personas con Discapacidad Visual.
Inició con 3 funcionarios y hoy cuenta con 10 lo que la coloca como la institución pública más pequeña en presupuesto lo que no le impide cosechar logros junto a sus usuarios. A lo largo de casi seis décadas, el Patronato Nacional de Ciegos ha brindado apoyo económico mediante becas, acompañamiento para la colocación laboral, cubierto necesidades básicas de alimentación, abrigo y techo para los menos favorecidos y todo con el compromiso de los trabajadores y amigos de las personas ciegas que comprueban la superación de los miembros del colectivo de personas ciegas. Son muchos los libros y producción de artistas ciegos, que se graban en su estudio de grabación, los cursos de cómputo, de masajes, que se han impartido, las propuestas artístico-culturales, los préstamos de material especializado y la impresión de textos en el sistema de lectoescritura brille, para las personas ciegas, la asistencia tiflotécnica que ahora permiten ver cada vez con mayor frecuencia: abogados, periodistas, psicólogos, trabajadores sociales, fisioterapeutas, educadores, locutores, ebanistas, comerciantes, estudiantes universitarios y una larga cadena de actividades exitosas desarrolladas por las personas del colectivo ciego de Costa Rica, acompañadas con su bastón blanco o por su perro guía, lo que nos motiva a seguir adelante con nuestra tarea