Jueves, 23 Junio 2016 06:01

Necesitamos actuar ya

El año pasado el número de estudiantes que no regresó a las aulas después del periodo de vacaciones de medio año, fue mayor que el registrado durante el 2014. Para ese año,13. 826 estudiantes abandonaron las aulas, mientras que para el 2015 la cifra aumentó a 16.176 personas que decidieron no regresar a clases, es decir, 2.350 más, esto según datos reportados por el Ministerio de Educación Pública.

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A estas alturas del año, ya los profesores, directores y profesionales en Orientación hemos interactuado lo suficiente con los estudiantes, con lo cual podemos identificar una serie de señales que pueden llevarlos a dejar sus estudios.

Por eso, hacemos un llamado a las instituciones educativas ypadres de familia para que le den prioridad a estos casos, e intervengan según sus posibilidades, para que después del periodo de vacaciones, no tengamos más sillas vacías en escuelas y colegios.

Los niños y adolescentes deben de estar en la escuela o el colegio, es ahí donde se forjará su futuro y es en el estudio donde encontraránel mejor camino a seguir. Además, cada estudiante que abandona las aulas a mitad de año, debe ser motivo de reflexión y preocupación para todos, familia, escuela y sociedad en general.

El abandono escolar tiene múltiples detonantes, algunos de ellos muy frecuentes como el bajo rendimiento académico, los problemas económicos o el bullying escolar, pero, la situación es más grave si estos factores se conjugan. Un estudiante que no ha obtenido las mejores calificaciones y siente que no podrá recuperarse, podría no querer volver al aula, pero su decisión será más determinante si además de bajo rendimiento, es víctima de acoso escolar o su familia pasa por una situación económica difícil y sus padres consienten o promueven que deje la escuela para dedicarse atrabajar.
También, se debe prestar atención a los estudiantes que presentan problemas de socialización, conductas disruptivas, poca adaptación al ambiente escolar, desmotivación generalizada, crisis familiares como el divorcio, entre otras.

Sin embargo, también existen una serie de factores protectores que pueden vincular al estudiante con la permanencia escolar. El apoyo familiar, la comunicación constante de los padres con el centro educativo, la actitud positiva del estudiante frente a sus responsabilidades escolares, el sentido de pertenencia a un grupo de amigos en el ambiente escolar, la estabilidad emocional y social, representar al centro educativo en grupos deportivos, culturales, el establecimiento de metas y el desarrollo de un proyecto de vida claro y definido, puede incidir directamente con la estabilidad y el éxito escolar.