El próximo domingo 5 de diciembre los costarricenses estamos llamados a votar. Escogeremos ese día, libremente, los gobiernos municipales. Tras haber elegido en febrero a los regidores y regidoras, nos corresponde ahora seleccionar a los mejores vecinos de nuestras comunidades para que asuman otros importantes cargos públicos; tan importantes, que de su óptimo desempeño dependerá mucho de nuestro bienestar.
En el Tribunal Supremo de Elecciones, estamos trabajando arduamente para que ese día nuestros compatriotas, sin necesidad de desplazarse grandes distancias para llegar a su centro de votación, puedan votar cómodamente y de forma segura. Pero son muchas las tareas previas para que ello sea posible.
Antes de ese día, será necesario seleccionar y acondicionar las aulas aptas para la instalación de las mesas de votación. También, deberá haberse capacitado y juramentado a las personas que se harán cargo de recibir los votos. Y, aún antes de eso, es necesario empacar los sacos de material electoral y distribuirlos a las personas responsables, por todo el país.
Previo a esas acciones, en las que hoy se encuentran los experimentados funcionarios electorales, debieron imprimirse las papeletas (una distinta por cada uno de los cuatrocientos setenta y tres distritos del país y otra, también especial, para cada uno de los ochenta y un cantones del país). Estas fueron confeccionadas, específicamente, por nuestros diseñadores gráficos, con base en la información suministrada por el Registro de Partidos Políticos; oficina del Tribunal que desde hace dos años ha acompañado, vigilado y fiscalizado, que el proceso de renovación de estructuras de los partidos políticos, así como la escogencia de sus candidaturas internas, fueran democráticos y transparentes.
Este 5 de diciembre, cuando los costarricenses abarrotemos las urnas de votación, será el momento cumbre de un proceso cuidadosamente preparado, en el que hemos puesto todo nuestro esmero y dedicación, para que Costa Rica siga disfrutando de su democracia moderna, madura y confiable.
El próximo domingo 5 de diciembre los costarricenses estamos llamados a votar. Escogeremos ese día, libremente, los gobiernos municipales.
Tras haber elegido en febrero a los regidores y regidoras, nos corresponde ahora seleccionar a los mejores vecinos de nuestras comunidades para que asuman otros importantes cargos públicos; tan importantes, que de su óptimo desempeño dependerá mucho de nuestro bienestar.
En el Tribunal Supremo de Elecciones, estamos trabajando arduamente para que ese día nuestros compatriotas, sin necesidad de desplazarse grandes distancias para llegar a su centro de votación, puedan votar cómodamente y de forma segura. Pero son muchas las tareas previas para que ello sea posible.
Antes de ese día, será necesario seleccionar y acondicionar las aulas aptas para la instalación de las mesas de votación. También, deberá haberse capacitado y juramentado a las personas que se harán cargo de recibir los votos. Y, aún antes de eso, es necesario empacar los sacos de material electoral y distribuirlos a las personas responsables, por todo el país.
Previo a esas acciones, en las que hoy se encuentran los experimentados funcionarios electorales, debieron imprimirse las papeletas (una distinta por cada uno de los cuatrocientos setenta y tres distritos del país y otra, también especial, para cada uno de los ochenta y un cantones del país). Estas fueron confeccionadas, específicamente, por nuestros diseñadores gráficos, con base en la información suministrada por el Registro de Partidos Políticos; oficina del Tribunal que desde hace dos años ha acompañado, vigilado y fiscalizado, que el proceso de renovación de estructuras de los partidos políticos, así como la escogencia de sus candidaturas internas, fueran democráticos y transparentes.
Comentario del Magistrado Mario Seing Jiménez, TSE
Este 5 de diciembre, cuando los costarricenses abarrotemos las urnas de votación, será el momento cumbre de un proceso cuidadosamente preparado, en el que hemos puesto todo nuestro esmero y dedicación, para que Costa Rica siga disfrutando de su democracia moderna, madura y confiable.