Domingo, 15 Junio 2008 18:00

El lugar de los niños y niñas son las aulas

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Ayer que se celebró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil el sector empleador parte de la premisa que la defensa de nuestros niños y niñas y que la tarea de todos es brindarles oportunidades para su desarrollo.

En Costa Rica existen al menos 20 normas legales a favor de la niñez, sin embargo el sector empresarial considera que erradicar el trabajo infantil no se hace tan sólo promulgando leyes. Debemos evaluar las causas de este mal y buscar soluciones efectivas y en el corto plazo. En el sector empleador estamos convencidos que el lugar de nuestros niños son las aulas y los parques no sitios de trabajo. En este sentido, insisto que como empleadores vemos que la educación es una de las soluciones clave para combatir el trabajo infantil.

A lo largo de la historia, Costa Rica ha tomado pasos concretos y firmes para la formación de sus ciudadanos, ya que como país estamos concientes que el centro del desarrollo lo forma el capital humano con que cuente una nación. Muestra de ello es que a finales del siglo XIX se promulgó que la educación básica es gratuita y obligatoria.

Con el avanzar de los años el país ha continuado dando pasos firmes en pro de la educación de sus ciudadanos y para ello el Estado declaró gratuita la enseñanza, se incluyó la informática y de la enseñanza del inglés en la educación pública, además de la firma alianzas público-privadas para introducir nuevas tecnologías en la educación.

Estos hechos han tenido incidencia positiva en la reducción del trabajo infantil en Costa Rica. Muestra de ello es que en el país entre 1996 y el 2006 hubo una reducción 25% de la población ocupada con edades entre los 12 y 14 años. 


Seguir reduciendo el trabajo infantil hasta llegar a su erradicación se logra haciendo que los niños y niñas permanezcan en las aulas educativas, ya que está de sobra demostrado que la incidencia de pobreza en Costa Rica tiende a reducirse a niveles de 10% a medida que una persona supera diez años de escolaridad, e incluso tiende a desaparecer a medida que sobrepasa quince años de estudio. En este sentido, es fundamental que se trabaje en una reforma educativa que haga que las aulas sean realmente interesantes para nuestros niños y en paralelo se creen las condiciones suficientes para que los padres de esos niños puedan obtener un trabajo digno bien remunerado y con la protección social necesaria que le permita mantener a sus niños en el sistema educativo.  No hacerlo es condenarlos a la pobreza.

El sector empleador, representado por la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP), ha colocado el tema de la mejora educativa y permanencia de las niñas y de los niños en las aulas como una de sus prioridades, tal y como consta en la agenda de competitividad presentada en febrero pasado.

Por ello es que resaltamos el aporte social que ha traído del programa AVANCEMOS para mejorar, principalmente los niveles de educación secundaria, y proponemos que se amplíe y se le de sostenibilidad financiera en el mediano plazo, con el fin de que el mismo pueda seguir ayudándole a los estudiantes de educación secundaria y a sus familias a tener un ingreso extra que les permita estar donde les corresponde: en las aulas.   Asimismo, es fundamental disminuir las posibilidades de las crisis económicas. Costa Rica no vive desde inicios de la década de los años 80 una crisis, situación que ha contribuido a potenciar el desarrollo, no obstante, debemos reconocer que a pesar de que la crisis se dio hace 28 años, aún tenemos consecuencias nefastas en el ámbito social, cual es la reducción de la tasa de cobertura secundaria. Como país debemos garantizarles a nuestros niños su derecho a la educación y a sus padres a un trabajo digno.  Y para ello, trabajadores, empleadores y gobierno  somos responsables.


Los esfuerzos en educación nos han permitido avanzar como nación sobretodo en la disminución de pobreza. El reto que enfrentamos como sociedad es crear las capacidades humanas necesarias para competir e integrarnos a la economía global a base de productividad, de ingenio, de conocimiento y destreza: ¡nunca a base de pobreza y de trabajo infantil!