Según la ENAHO, La pobreza básica llega al punto más bajo de los últimos seis años, disminuyendo en 1,2 puntos porcentuales, se estima que el 20,5% de los hogares en el país se encuentran en situación de pobreza por línea de pobreza y si analizamos la pobreza extrema también disminuyó con respecto al año anterior, con una reducción del 0,8 % pasando a un 6,3% de los hogares del país.
Otro dato relevante lo muestran los resultados según el Índice de Pobreza Multidimencional (IPM), donde a nivel nacional la incidencia de hogares pobres multidimensionalmente se reduce en 1,3 puntos porcentuales, lo que equivale a 11 567 hogares menos que en el año 2015.
Es importante destacar que la reducción de la pobreza multidimensional se explica en su mayoría por mejorías en acceso y uso de internet, donde la cantidad de hogares que tenían esta carencia disminuyó en nueve puntos porcentuales. Acertamos al visualizar la reducción de la pobreza de la mano de la disminución de la brecha digital, de esta manera queda claro que la construcción de CR DIGITAL y el programa Hogares Conectados ya dan los primeros resultados positivos.
Sin duda, el proceso de articulación interinstitucional llevado a cabo desde el Consejo Presidencial Social liderado por nuestra Vicepresidenta de la República, es un elemento diferenciador. Hemos priorizado la atención de las familias en condición de pobreza extrema de manera técnica, por medio de mapas geo referenciados, definimos los setenta y cinco distritos prioritarios con mayor concentración de pobreza del país, eliminamos el clientelismo político, estamos trabajando en la construcción del Sistema Nacional de Información y Registro Único de beneficiarios y ahora por medio de los cogestores sociales buscamos a quienes nunca habían tenido voz ni habían podido llegar a la institucionalidad. Logramos disminuir las filtraciones, llevando los recursos a quienes verdaderamente lo necesitan.
La eliminación de la pobreza extrema no es mágica, no podemos ver la solución como la simple aplicación de recetas estandarizadas, es necesario reconocer cada hogar con su propio rostro. Debemos seguir buscando a los que históricamente no han tenido voz, dejando las oficinas para salir a encontrar a las familias que verdaderamente se encuentran en pobreza extrema. Debemos trascender los gobiernos de turno y mantener esta filosofía de atención, que sin duda, nos permitirá seguir disminuyendo la pobreza y apostando por una atención con enfoque de derechos humanos. Hoy los datos demuestran que sí es posible hacer la diferencia.