Este país tiene serios problemas sociales, como la pobreza galopante de una cuarta parte de la población; la ausencia de oportunidades para un sector cada vez más creciente; las grandes diferencias entre los barrios de ricos y las barriadas urbano marginales; las brechas educativas entre las escuelas públicas y las instituciones privadas bilingües; las diferencias entre la zona rural y la zona urbana; la inseguridad ciudadana que nos tiene a todos encarcelados en nuestras casas; el miedo por la violencia; la falta de vivienda digna; el desmantelamiento de las clínicas del Seguro Social; la falta de trabajo para los profesionales nuevos; la deserción colegial; los embarazos de adolescentes; el alcoholismo; la ausencia de recursos en las municipalidades y su inoperancia administrativa y ejecutiva.
Este país tiene muchos problemas serios como para que los diputados y las diputadas empiecen con el pie izquierdo, pretendiendo un aumento salarial de casi dos millones de colones. Es inoportuno, improcedente e injusto. El país debe tener prioridades y todos debemos aportar. Los diputados tienen que predicar con el ejemplo.
Lo pongo en otros términos. ¿A cuántos policías podríamos contratar con los dos millones que quiere ganarse de más cada diputado por mes? ¿A cuántos maestros para escuelas de zonas rurales podemos pagarles con esos dos millones por mes que quiere ganarse de más cada diputado mes a mes?
Si sumamos dos millones por mes para 57 diputados, serían 114 millones de colones por cada mes, es decir, estamos hablando de 1368 millones de colones por año. Pregunto: ¿cuánto podemos avanzar en la mejora de caminos o de puentes con esos 1368 millones? ¿Cuántas casas de interés social podríamos construir por 1368 millones de colones? ¿Cuántos hidrantes? ¿Cuántas aceras?
Termino recordando que cada diputado y cada diputada gana en este momento dos millones y medio de colones por mes, si no faltan a sesiones de plenario ni a sesiones de las comisiones, y cualquier familia normal, por más grande que sea, puede vivir plenamente con dos millones y medio de colones por mes. El 99.9 por ciento de los y las costarricenses vivimos cotidianamente con muchísimo menos que esa suma enorme que ganan los diputados por mes, y quieren que sea casi el doble. Como dicen los más jóvenes ciudadanos costarricenses, NADA QUE VER.