Los días 29, 30 y 31 de octubre de este año el Consejo de Área de las Sedes Regionales de la Universidad de Costa Rica, realizará el Seminario Carlos Monge Alfaro titulado La regionalización de la educación superior pública y sus aportes al desarrollo nacional, motivo por el cual consideramos necesario referirnos a lo que ha representado la regionalización  de las universidades públicas en Costa Rica.

 El 20 de abril de 1968 la Universidad de Costa Rica, en medio de fuertes polémicas y discusiones, da un paso fundamental: inaugura  en las edificaciones del Palacio Municipal de San Ramón, el primer centro regional.  Fue denominado Centro Universitario de Occidente. El entonces Rector, profesor Carlos Monge Alfaro, había planteado en su gestión la pertinencia de otorgar mayores posibilidades de estudio a quienes se graduaban en las zonas alejadas de la capital. Tenía la convicción de que de los lugares más recónditos podían surgir jóvenes talentosos y el país debía garantizarles una formación sólida y de alto nivel.

 Los ramonenses, organizados en un Comité de Desarrollo Universitario y con la asesoría y el tesón del diputado Arnulfo Carmona Benavides, generaron un movimiento social extraordinario para justificar la necesidad de educación superior ante las autoridades universitarias y gubernamentales, realizaron colectas, involucraron a toda la población y a múltiples instituciones, hasta lograr la decisión favorable del Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica.

 La creación del Centro Universitario de Occidente efectivamente abrió oportunidades de estudio para aquellos que quizá nunca hubieran podido ingresar a una universidad y se constituyó en la semilla que germinó en terreno fértil y se dispersó progresivamente por el territorio nacional. Hoy se le conoce como Sede de Occidente y después de ella se fundaron otras sedes universitarias: Sede de Guanacaste, Sede del Atlántico, Sede de Limón y Sede del Pacífico. Recientemente se ha creado el Recinto de Golfito. Con estas sedes universitarias, se amplía la cobertura a nivel nacional y se propicia la formación universitaria en los más variados campos del saber humano, tanto en las ciencias, las artes, como en las humanidades. 

 Han sido cuarenta años de un trabajo sistemático basado en la excelencia, la sensibilidad humanística y el desarrollo social.  Miles de graduados de las sedes regionales se encuentran hoy sirviendo a las comunidades, al país, a las instituciones nacionales, y también una cantidad muy significativa de ellos están dando su aporte en otras naciones del continente americano. 

 Hoy las cuatro universidades públicas: la Universidad de Costa Rica, la Universidad Estatal a Distancia, la Universidad Nacional y el Instituto Tecnológico de Costa Rica, tienen presencia e impacto en las diversas regiones del país. Los logros alcanzados son muy representativos, pero cada una de ellas, con la certeza de que una de las mejores formas de hacer realidad la vida democrática es llevar la educación superior pública a todas las regiones, preparan nuevos proyectos universitarios para incidir de un modo directo y sistemático en los procesos sociales, educativos y económicos. Todo ello para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de este país.

 Esperamos que las sesiones de trabajo del Seminario Carlos Monge Alfaro permitan la reflexión profunda y los resultados obtenidos avizoren nuevos derroteros para un desarrollo nacional.