En 1910, hace exactamente cien años, el 4 de mayo de 1910, cuatro días antes de iniciar su primer gobierno, el Lic. Ricardo Jiménez Oreamuno se da en su ciudad natal Cartago, un terremoto.

Días previos al desastre natural, el 25 de enero, el volcán Poás produce una gigantesca erupción, que se podía apreciar desde San José,  tal y como lo retratan fotos de la época y  a menos de tres meses, el 13 de abril,  se movió la tierra que daño edificios y casas en las ciudades de San José y Cartago, esto ya  como un presagio de lo que venía mas adelante.

Eran ya, casi las 7 de la noche de ese 4 de mayo,  cuando la ciudad de Cartago quedo en ruinas, los muertos, los heridos, los huérfanos y viudas abundaron por la vieja metrópoli. Pero es ahí donde emerge el orgullo nacional y con el apoyo de todo el país se volvió a levantar la leal y noble ciudad de Cartago. Titulo que recibió desde tiempos de la colonia, por la lealtad de su pueblo hacia la corona Española.  Aunado a la tragedia natural, a Don Ricardo le toca asumir el liderazgo del país con los problemas financieros típicos de nuestra hacienda pública, lo que le significó un gran reto, del cual salió bien librado.

Los sistemas de construcción quedaron colapsados. Las calles llenas de dolor y sufrimiento, y esto fue a su vez la inspiración para sacar fuerzas de la flaqueza y volver a luchar y  caminar por las sendas del amor y la solidaridad. la levantar. Ese ejemplo no debemos olvidarlo, al contrario, los nuevos hijos de Cartago deben emular a su padres y abuelos, al igual que lo hacen muchos  costarricenses que hoy prestan su auxilio ante el dolor humano, de los pueblos de Haití y Chile.