Estimado amigo radioescucha, si usted mira hacia la ciudad de Heredia, con suerte y a simple vista, observará el nuevo e imponente edificio del Hospital San Vicente de Paúl ubicado en la denominada “Ciudad de las Flores”.
La moderna obra debe llenarnos de orgullo, fue planeada, diseñada, construida y equipada por compatriotas que laboran en distintas disciplinas, entre ellas, la arquitecta Gabriela Murillo Jenkins, herediana de cepa e hija de uno de los más recordados futbolistas de antaño, el ingeniero Alvaro Murillo y en tanto su padre hizo filigranas en el terreno de juego, ella lo hace desde su cargo de Gerente de Infraestructura y Tecnologías de la Caja Costarricense de Seguro Social.
La construcción y el equipamiento estuvo a cargo de la firma EDICA que asumió el reto de hacerlo bajo la denominada modalidad llave en mano, quiere decir que el inquilino al final revisa la obra y una vez verificado el perfecto funcionamiento, se pone a disposición de los usuarios, lo que en el caso del San Vicente de Paúl se prevé ocurra en los próximos dos meses.
Quienes contemplan el edificio se sorprenden de su magnitud, el Seguro Social invirtió ¢54.000 millones, ahí se combina el buen gusto en el diseño y lo moderno de los equipos que representan la tecnología de punta en el mercado de la salud.
La finca de once hectáreas de extensión es un verdadero parque, los viejos cedros de los alrededores fueron respetados y si se tiende la mirada hacia el norte, se contemplan imponentes las estribaciones del volcán Barva y si se mira al sur, los impresionantes Cerros de Escazú, mitigarán el tiempo de espera de los enfermos.
En 36.000 metros de construcción se distribuyen 246 camas y los más diversos servicios: Consulta Externa, Emergencias, Clínica del Dolor, Hospitalización, Odontología, Laboratorio y Banco de Sangre, Sala de Partos, Medicina Física y Rehabilitación, Salas Quirúrgicas, Diagnóstico Cardiovascular, en fin, todo lo que demanda un centro médico de primer mundo.
El Hospital San Vicente de Paúl es la muestra fehaciente de que los ticos estamos preparados para grandes empresas.