Definitivamente no puedo más que sentirme honrado y agradecido por estos hermosos 18 años donde, día con día, he comprobado como la radio, y en este caso el programa Panorama, ha ido conquistando audiencias masivas importantes mediante su destacado y atinado servicio informativo y educativo.
Esto, además, ha venido estimulando diariamente su credibilidad por parte de los oyentes; porque si un aspecto he palpado durante estos 18 años de ser comentarista de Panorama, es cómo muchos extranjeros y nacionales, de toda clase social, edad, credo, género, profesión u oficio, han visto en Panorama un oportuno espacio de reflexión y aprendizaje.
Con nostalgia recuerdo lo que me dijo hace unos años un taxista: “Don Carlos, yo tengo casi cincuenta y cinco años, nunca fui a la escuela; pero viera que mucha de la cultura que hoy tengo es gracias a las enseñanzas y opiniones que cada mañana escucho en PANORAMA”.
Qué gran satisfacción, y a la vez qué gran responsabilidad ha implicado, el escuchar este tipo de reacciones positivas por parte de los oyentes de Panorama. Por eso, estos 18 años de tantas satisfacciones, enseñanzas y experiencias personales, he procurado traslucirlos en un constante esfuerzo por brindar mejores comentarios que motiven a la reflexión y la crítica constructiva en los oyentes.
Además de un muy consciente compromiso de mi parte por rescatar, semana a semana, los más sagrados valores cívicos, democráticos y morales de nuestra cultura, tal y como lo establece Panorama.
Muchas gracias a todo el equipo de Panorama que con tanto ahínco ha fortalecido el desarrollo de la radio costarricense y defendido la libertad de expresión. Y, por supuesto, mi agradecimiento a los oyentes quienes han dedicado parte de su tiempo a prestarle fe a este valioso, honroso y propositivo espacio radial.
Si la vida me lo permite, y el estimado equipo de Panorama así lo avala, prometo continuar mi labor de comentarista con mayor compromiso, pasión, alegría, respeto y dignidad con la que empecé hace 18 años, siempre procurando contribuir a que hoy, y siempre; aquí, y más allá de nuestras fronteras, la RADIO se sienta...