Usted Luis Guillermo se formó en ciencias políticas, hizo de analista muchas veces para auscultar el trabajo de sus antecesores, un espacio de reflexión en este instante no le caería mal, le ayudará a poner los meses venideros en perspectiva, busque consejo sabio, no de quienes le rodean, converse con patriarcas y patriotas, con madres de familia, con mujeres que las hay sensatas en demasía, al decir de los jóvenes “reseté” su gestión, propóngase lo imposible para que alcance lo realizable.
Usted es un hombre de buena estirpe, basta observar a su padre para percibir en él a un ser humano noble, preste oídos con humildad, doblegue al ego que tan malas pasadas nos juega, no se guarde en la investidura, esos son ropajes efímeros que muchas veces obnubilan.
No queme todas sus naves señor Presidente, aunque hay un incendio fiscal no pretenda apagar hasta los conatos, hay muchos temas que son anclas que deben levarse, el de la infraestructura vial, el tramo de la vía entre Cañas y Liberia es una muestra que sí podemos y merecemos carreteras de primer mundo.
Me gusta la propuesta de abrir los comedores escolares todo el año, como hijo de educadora usted sabe que letra con hambre no entra y es en las aulas donde se escribirá el futuro de la patria.
De corazón le pido al Señor de las Naciones que lo ilumine, que vierta sobre usted sabiduría y gracia, pero recuerde el adagio: “A Dios rogando y con el mazo dando”. La curva de aprendizaje quedó atrás, los meses por venir son su inapreciable tesoro, de corazón, que le vaya bien don Luis Guillermo.