Domingo, 07 Marzo 2010 18:00

¡A esas grandes mujeres!

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A sabiendas de que es la misma sociedad patriarcal la cual se ha encargado de invisibilizar los aportes de las mujeres, pero vanagloriar la de los hombres, este ocho de marzo, Día Internacional de la Mujer, no quisiera dejar pasar esta fecha sin brindarle mi reconocimiento y admiración a algunas de esas mujeres costarricenses, quienes con su participación, aportes y logros alcanzados en nuestra sociedad, han demostrado que con fuerza, decisión y carácter,  se puede formar un mundo mejor e igualitario para todas y todos.

A Pancha Carrasco, militante política, quien en mil ochocientos cincuenta y seis, y por disposición de don Juan Rafael Mora Porras, marchó al lado de las tropas, lo cual la convirtió en la única mujer costarricense quien tomó parte activa en las batallas que sostuvo nuestro país, y, posteriormente, por parte de nuestra Asamblea Legislativa, le valió el nombramiento como Defensora de las Libertades Patrias.

A María Isabel Carvajal, Carmen Lyra, insigne profesora, escritora y política. Quien junto con Luisa González formó el Sindicato Único de Mujeres Trabajadoras y fue declarada, por parte de La Asamblea Legislativa, Benemérita de la Cultura Nacional.

A la abogada Ángela Acuña, fundadora de la primera Liga Femenina de Costa Rica, de la cual fue presidenta, y miembro de la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas. Además fue una de las principales gestoras de la lucha por alcanzar el voto femenino.

A Estela Quesada, educadora, abogada y política. Fue, de mil novecientos cincuenta y tres a mil novecientos cincuenta y ocho, una de las tres primeras mujeres en llegar a una curul en la Asamblea Legislativa en compañía de doña María Obregón y doña Rosa Chacón.

A Victoria Garrón, educadora, política y poetisa. Quien tuvo el honor de ser la  primera mujer en desempañarse como vicepresidenta de la República de mil novecientos noventa y seis a mil novecientos noventa.

A Elizabeth Odio, incansable luchadora por la justicia,  lo cual le ha valido ocupar el cargo de jueza de alto nivel de la Corte Penal Internacional, máximo órgano mundial para juzgar crímenes de guerra contra la humanidad y genocidios.


Y a la historiadora, filósofa y catedrática universitaria, a mi querida amiga, Rose Marie Karpinsky, quien fue miembro fundadora de la Universidad Nacional y primera presidenta de la Asamblea Legislativa durante el primer período de gobierno del Dr. Oscar Arias Sánchez.

Esta es tan sólo una pequeña referencia de ese gran grupo de mujeres costarricenses quienes han dejado su huella a favor del sector femenino y masculino de nuestro país.

Por eso es nuestro deber reconocerles sus méritos, visibilizar sus aportes, fomentar su conocimiento, en especial en las nuevas generaciones, para eternizar sus presencias en la construcción de una Costa Rica con mayor igualdad, justicia, paz y desarrollo.

Pero tampoco desaprovechemos este Día Internacional de la Mujer, para brindarles un reconocimiento a esas mujeres anónimas quienes, diariamente, manifiestan su talento en la construcción de una sociedad más sana y próspera.

En especial brindémosles admiración y agradecimiento a  esas también grandes mujeres a quienes tenemos a nuestro lado, madres, esposas, abuelas, amigas o compañeras, porque muchas de ellas, definitivamente, han sido parte fundamental en la construcción de nuestra identidad individual y social.

Porque, en definitiva, lo que Costa Rica requiere es que existan mujeres y hombres quienes, con mayor tolerancia, empatía y participación, colaboren, conjuntamente, en la formación de una sociedad más reflexiva, justa, racional, madura y humanista.