Jueves, 11 Marzo 2010 18:00

¡100 años de celebrar!

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Al cumplirse, este año, el centenario de la celebración del Día Internacional de la Mujer, debemos traer a la memoria a una de las principales luchadoras por reinvindicar los derechos humanos de las féminas.


Se trata de Susan B. Anthony.

Jamás se imaginaron sus progenitores que ella, nacida en 1820, sería una de las mujeres más importantes de la historia del feminismo.

Muy joven se inició como maestra en una escuela que su propio padre le instaló en la casa. Esa profesión era de las poquísimas permitidas a las mujeres de su época.

Esta mujer, quien en un principio luchó contra de la esclavitud de los afrodescendientes en Estados Unidos y luego, por el sufragio para ellos, sólo logró que pasará la tan importante enmienda de la Constitución Política a favor de ellos, no así para las mujeres.

No abatida por la situación de discriminación, siguió su lucha hasta la muerte, en 1906 y no es sino 14 años después, en 1920, cuando se aprueba la tan esperada reforma constitucional, sin que ella pudiera ejercer ese derecho fundamental.

Setenta años después, Anthony fue reconocida como pionera por la abolición de la esclavitud y del derecho al voto: dos libertades que son consustanciales al ser humano.

Hoy su imagen se estampa en una moneda de su país natal.

Entre otros logros, suyos y de su amiga de toda la vida, Elizabeth Cady, a partir de 1860 se aprobaron leyes que concedieron a la mujer el derecho a ser propietarias de sus bienes, ganancias y salarios; el de vender y comprar sin necesitar el permiso del marido; de separarse de él y tener la patria potestad de su hijos e hijas.

De la misma manera luchó por que las mujeres tuvieran acceso a la educación, incluyendo las carreras universitarias y que recibieran igual remuneración por igual trabajo hecho por los hombres.

Ciertamente a Susan Anthony hay que tenerla muy presente en la memoria colectiva y recordar, siempre, como  epígrafe, lo que escribió en el primero volumen de su periódico La Revolución: "A los hombres sus derechos y nada más; a las mujeres, sus derechos y nada menos".