Miércoles, 08 Julio 2009 18:00

¡VIVAN SIEMPRE EL TRABAJO Y LA PAZ!

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Las convenciones internas de los partidos políticos nos reitera ese sentimiento que añoran muchos pueblos en otros países del mundo: vivir y sentir la democracia.

La participación en estas elecciones partidarias nos alegra por su gran significado en fortalecimiento de la democracia costarricense y manda un ejemplo a aquellos regimenes que se enquistan en algunos países, allende fronteras, que ahogan toda esperanza de que el pueblo sea el que decida a quienes desean como gobernantes.

La democracia costarricense merece que las agrupaciones políticas inviertan en este tipo de actividades pues, sin duda, mantienen al país atento de los asuntos públicos y hacen de su participación activa la mejor manera de decidir sobre el presente y futuro de lo que nuestros abuelos nos heredaron…con lágrimas, sudor y hasta sangre.

Un país donde se entroniza un régimen de partido único o en el que se realizan elecciones ficticias para legitimarse hacia fuera pero que se sabe que son un fraude, desde los mismos órganos electorales, que son manejados con hilos como sumisas marionetas, desde el supremo poder, no dejan de ser lobos con piel de ovejas que han saltado, en la última década, en nuestro continente latino-americano.

Bienvenidos todos estos procesos de elección, donde inclusive por primera vez en la historia nacional un partido tiene a una mujer como candidata con posibilidades de ser la primera presidenta en sus casi 200 años de su Independencia.

La democracia costarricense, cada vez más fortalecida, vislumbra una masiva concurrencia a las urnas de casi 3 millones de ciudadanos, todo gracias al entusiasmo que las convenciones partidarias inyectan a las próximas elecciones nacionales.
 
Ya las escuelas de todo el país esperan convertirse, el primer domingo de febrero del 2010, en “cuarteles de votos” y donde marcharán miles de costarricenses a hacer verdadera historia.
Al fortalecerse el centenario sistema político costarricense, se obtiene la energía necesaria para que siga siendo el camino por el que transitemos de modo libre y respiremos con aire puro, la paz que se vive en este pequeño gran país de la cintura americana.

Por todo ello, cantemos ufanos nuestro himno nacional pues, por mucho tiempo más podremos decir al mundo entero:

“…Noble patria, tu hermosa bandera / expresión de tu vida nos da; /  bajo el límpido azul de tu cielo / blanca y pura descansa la paz…”