La moda ha llevado a la gente a hacer cosas raras en su propio cuerpo.
Y rara vez conocen las consecuencias que pueden tener esos tratamientos radicales de belleza.
La liposucción. Es una larga operación para sacar hasta 4 kilos de grasa del cuerpo. Sus consecuencias secundarias pueden ir desde semanas de supuraciones pestilentes, inflamaciones que duren meses, hasta necrosis de los tejidos vecinos por la destrucción de los vasos capilares.
Estiramiento del pene. De esta digamos solo una cosa: es tan serio el riesgo de causar una deformidad permanente, que ningún cirujano serio opera un pene sano.
Inyecciones de Botox. Consiste en inyectar toxina botulínica, uno de los venenos más potentes del mundo, para paralizar algunos músculos del rostro. Esa toxina se usa en medicina para tratar algunos desórdenes musculares y entre sus posibles consecuencias secundarias está la falla respiratoria y la muerte..
Blanqueamiento de la piel. Lo puso de moda un cantante recientemente fallecido. Los tratamientos baratos pueden dañar los nervios, los riñones y ser cancerígenos. En otros casos dejan marcas o manchas permanentes en la piel.
Cirugía bariátrica. Es la modificación del sistema digestivo para reducir la capacidad de absorber los alimentos. También se conoce como bypass gástrico. Entre sus posibles consecuencias secundarias están las diarreas crónicas y las hernias.
Maquillaje permanente. Es un maquillaje tatuado en el rostro. Tiene los mismos riesgos sanitarios que un tatuaje normal. Pero hay que agregarle uno adicional: si la moda, o su gusto cambia en los próximos 50 años, ¿qué va a hacer con esa cara?
Joyería dental. Están de moda entre los cantantes hip hop, y consiste en insertar joyería y piedras preciosas en sus dientes. Aparte de su alto costo, solo tiene un riesgo, acelera las enfermedades de las encías y la caída de las piezas dentales.
Los piercings. La humanidad se ha perforado las orejas desde hace miles de años, y sufrido reacciones alérgicas a los aretes. Cuando esos agujeros se realizan en otras partes del cuerpo, los riesgos son mayores: pueden tardar un año en cicatrizar, interferir con la lactancia, ofrecer escondites a las bacterias y microbios y aumentar el riesgo de enfermedades de transmisión sexual.
Depilación con Láser. El rayo láser destruye al folículo capilar, pero funciona mejor en personas de piel clara y pelo negro, un buen tratamiento es muy largo y no se puede tomar sol durante ese tiempo. Puede dejar cicatrices y a veces los folículos vuelven a producir pelo dos años más tarde.
Y finalmente, lo que no sabían las hermanastras de Cenicienta: Acortarse los dedos de los pies. Aparte de perder 10 mil dólares por amputarle un pedazo de dedo de cada pie, la víctima pierde su habilidad para caminar normalmente y enfrenta una seria posibilidad de artritis por el esfuerzo en los demás dedos.
Y esas fueron: las cosas que no se dicen de los tratamientos radicales de belleza.
La moda ha llevado a la gente a hacer cosas raras en su propio cuerpo.
Y rara vez conocen las consecuencias que pueden tener esos tratamientos radicales de belleza.
La liposucción. Es una larga operación para sacar hasta 4 kilos de grasa del cuerpo. Sus consecuencias secundarias pueden ir desde semanas de supuraciones pestilentes, inflamaciones que duren meses, hasta necrosis de los tejidos vecinos por la destrucción de los vasos capilares.
Estiramiento del pene. De esta digamos solo una cosa: es tan serio el riesgo de causar una deformidad permanente, que ningún cirujano serio opera un pene sano.
Inyecciones de Botox. Consiste en inyectar toxina botulínica, uno de los venenos más potentes del mundo, para paralizar algunos músculos del rostro. Esa toxina se usa en medicina para tratar algunos desórdenes musculares y entre sus posibles consecuencias secundarias está la falla respiratoria y la muerte..
Blanqueamiento de la piel. Lo puso de moda un cantante recientemente fallecido. Los tratamientos baratos pueden dañar los nervios, los riñones y ser cancerígenos. En otros casos dejan marcas o manchas permanentes en la piel.
Cirugía bariátrica. Es la modificación del sistema digestivo para reducir la capacidad de absorber los alimentos. También se conoce como bypass gástrico. Entre sus posibles consecuencias secundarias están las diarreas crónicas y las hernias.
Maquillaje permanente. Es un maquillaje tatuado en el rostro. Tiene los mismos riesgos sanitarios que un tatuaje normal. Pero hay que agregarle uno adicional: si la moda, o su gusto cambia en los próximos 50 años, ¿qué va a hacer con esa cara?
Joyería dental. Están de moda entre los cantantes hip hop, y consiste en insertar joyería y piedras preciosas en sus dientes. Aparte de su alto costo, solo tiene un riesgo, acelera las enfermedades de las encías y la caída de las piezas dentales.
Los piercings. La humanidad se ha perforado las orejas desde hace miles de años, y sufrido reacciones alérgicas a los aretes. Cuando esos agujeros se realizan en otras partes del cuerpo, los riesgos son mayores: pueden tardar un año en cicatrizar, interferir con la lactancia, ofrecer escondites a las bacterias y microbios y aumentar el riesgo de enfermedades de transmisión sexual.
Depilación con Láser. El rayo láser destruye al folículo capilar, pero funciona mejor en personas de piel clara y pelo negro, un buen tratamiento es muy largo y no se puede tomar sol durante ese tiempo. Puede dejar cicatrices y a veces los folículos vuelven a producir pelo dos años más tarde.
Y finalmente, lo que no sabían las hermanastras de Cenicienta: Acortarse los dedos de los pies. Aparte de perder 10 mil dólares por amputarle un pedazo de dedo de cada pie, la víctima pierde su habilidad para caminar normalmente y enfrenta una seria posibilidad de artritis por el esfuerzo en los demás dedos.
Y esas fueron: las cosas que no se dicen de los tratamientos radicales de belleza.