Los padres de familia son responsables de construir un hogar sano y tranquilo. Y el mejor camino para lograrlo es partir de la salud integral de los adultos y los buenos deseos de criar hijos felices.
Tener una visión realista de sus hijos en cada etapa también ayuda a ver el desarrollo, no como una carga, sino como los cambios naturales del ser humano.
Tener una familia es un gran regalo de Dios, no una carga. Es en esencia la gran oportunidad de crear lazos de amor y hacerlos perdurar en un ambiente de mutuo cuidado.
Al principio los mayores cuidan a los pequeños y al final de la jornada, los que eran pequeños cuidarán a los mayores.
Por eso en cada momento del proceso hay que hacer las cosas con respeto, alegría y tranquilidad. Y para estar bien en familia se pueden evitar algunas trampas, como las siguientes:.
Evite controlar en exceso a los miembros de su familia, en especial a los niños y adolescentes. La vida es un proceso, incluye diferentes etapas y es necesario explorar para poder definir la personalidad.
Evite pensar y decir que los niños son necios y malcriados. Esto es una contradicción, porque somos los adultos quien los han criado desde que nacieron. Así que este comentario es reconocer que su labor no sirvió de nada.
Evite criticar continuamente a sus hijos por su forma de ser. En especial decirles que los únicos que trabajan y son responsables son los adultos. Esto los desmotiva de hacer caso y aprender, ya que la autocompasión de sus padres es molesta y hace que les pierdan el respeto.
Evite el chineo excesivo y la debilidad al hacer reglas. Se debe poner límites justos, pero a la vez abiertos, para que los hijos exploren con seguridad, ya que usted los acompaña en el camino; el adulto es un apoyo y no un juez.
Y trate de aplicar estos consejos a su vida en familia:
Mantenga el respeto entre los miembros de la familia.
Practique el perdón, pidiendo siempre disculpas por las cosas malas o dolorosas.
Esté siempre dispuesto a escuchar lo que quieren decir sus hijos, aunque no sea fácil asimilarlas y a usted le cueste ver las cosas desde otros puntos de vista.
Colaboración de la psicóloga de familia, María Esther Flores Sandoval.
Los padres de familia son responsables de construir un hogar sano y tranquilo. Y el mejor camino para lograrlo es partir de la salud integral de los adultos y los buenos deseos de criar hijos felices.
Tener una visión realista de sus hijos en cada etapa también ayuda a ver el desarrollo, no como una carga, sino como los cambios naturales del ser humano.
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Tener una familia es un gran regalo de Dios, no una carga. Es en esencia la gran oportunidad de crear lazos de amor y hacerlos perdurar en un ambiente de mutuo cuidado.
Al principio los mayores cuidan a los pequeños y al final de la jornada, los que eran pequeños cuidarán a los mayores.
Por eso en cada momento del proceso hay que hacer las cosas con respeto, alegría y tranquilidad. Y para estar bien en familia se pueden evitar algunas trampas, como las siguientes:.
Evite controlar en exceso a los miembros de su familia, en especial a los niños y adolescentes. La vida es un proceso, incluye diferentes etapas y es necesario explorar para poder definir la personalidad.
Evite pensar y decir que los niños son necios y malcriados. Esto es una contradicción, porque somos los adultos quien los han criado desde que nacieron. Así que este comentario es reconocer que su labor no sirvió de nada.
Evite criticar continuamente a sus hijos por su forma de ser. En especial decirles que los únicos que trabajan y son responsables son los adultos. Esto los desmotiva de hacer caso y aprender, ya que la autocompasión de sus padres es molesta y hace que les pierdan el respeto.
Evite el chineo excesivo y la debilidad al hacer reglas. Se debe poner límites justos, pero a la vez abiertos, para que los hijos exploren con seguridad, ya que usted los acompaña en el camino; el adulto es un apoyo y no un juez.
Y trate de aplicar estos consejos a su vida en familia:
Mantenga el respeto entre los miembros de la familia.
Practique el perdón, pidiendo siempre disculpas por las cosas malas o dolorosas.
Esté siempre dispuesto a escuchar lo que quieren decir sus hijos, aunque no sea fácil asimilarlas y a usted le cueste ver las cosas desde otros puntos de vista.
Colaboración de la psicóloga de familia, María Esther Flores Sandoval.
