Como consecuencia de ese stress familiar aparecen peleas, gritos, parece que todos andan acelerados, fuera de tiempo, ansiosos, impacientes y enojados, lo que de a poco va contagiando el ambiente.

Pero con paciencia, dedicación y algunos consejos, la familia puede enfrentar el estrés.

Y estos son esos consejos:

Reunirse en familia una vez por semana, para que cada uno proponga metas realistas para volver a dialogar y comunicarse.

Todos deben escribir una carta en la que se comprometen a repartir sanamente el tiempo de trabajo con el tiempo para la familia.

Los adultos de la familia deben hacer un plan de actividades de placer para el tiempo libre; ya que el disfrute es un deber familiar, no un lujo.

Más consejos para erradicar el stress familiar:

Dividirse entre todas las tareas del hogar, para que las asuman como parte del desarrollo integral de la familia.

Comentar una vez por semana los errores cometidos por cada uno, para ayudarse entre todos a aceptarse y a mejorar.

Proponerse entre todos realizar actividades físicas para la salud de toda la familia.

Y los últimos consejos son:

Organizar entre todos una alimentación sana, ya que la buena salud asegura mejores relaciones familiares.

Celebrar en familia los cumpleaños, la caída de un diente, cuando se gana un examen, un ascenso en el trabajo o lo que sea, pero sin gastar mucho. Aunque sea un fresco y un tostel, pero hay que celebrar en familia.

Comer juntos una vez a la semana, con el televisor, aparatos de juego y celulares apagados.

Sacar tiempo para estar con los hijos y disfrutarlos, pero sin chinear demasiado y mientras los niños respeten las reglas familiares.

Jugar juntos una vez por semana.

Sentirnos orgullosos de nuestra familia, sus costumbres y sus tradiciones.

Sonreír todo lo que se pueda.

Y el consejo final para ganarle la batalla al stress familiar es este:

Practicar el elogio, el piropo y felicitar a cada uno, una vez al día.

Colaboración de María Ester Flores Sandoval, Psicóloga de Familia