El mundo ha cambiado mucho desde nuestra Proclama de la Neutralidad. La humanidad sufre nuevos azotes como el crimen organizada a escala planetaria, el multimillonario tráfico de drogas, la creciente escasez de recursos vitales y los masivos movimientos migratorios. Entre todos esos flagelos, el mas temible es el terrorismo transfronterizo. Estos problemas desbordan las fronteras nacionales y su alcance es mayor a la capacidad de acción de cualquier Estado. La neutralidad es una herramienta eficaz para la defensa de los legítimos intereses de la nación costarricense.