Miércoles, 03 Junio 2009 18:00

IRRESPETO A LOS COMUNICADORES

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El quehacer de los profesionales de la comunicación sigue incomprendido, Ottón Solís, quien aspira a conducir los destinos del país, los ve como algo desechable cuando afirma que prescindiría de “toda esa batería de comunicadores de que disponen los entes públicos”

Si vemos a cualquier profesional pagado con fondos del erario público como un servil del jerarca de turno, debe irse y esto es bueno para todo profesional o no que por politiquería llegan a medrar de un puesto, pero de ahí a generalizar y lo más grave, señalar gentes sin conocer su quehacer, es apartarse de la razón.

Las entidades no sólo tienen el derecho, sino también el deber de comunicarse, deben hacerlo para rendir cuentas de la gestión. En un estado civilista, deben contribuir a la formación de los ciudadanos.

Un comunicador profesional no es un gacetillero de notas complacientes con sus jefes sean estos políticos o no, por el contrario, su quehacer demanda  rigor científico a fin de influir en las personas, por ejemplo, muchos han dejado el nefasto  vicio del cigarrillo y adoptado estilos saludables de vida movidos por campañas institucionales.

En estos días expertos del Centro de Control de las Enfermedades con sede en Estados Unidos, elogiaron las estrategias multimedia de la seguridad social pública costarricense, implementada en el tema de la epidemia de influenza AH1N1 que azota al mundo. Gracias entre otras acciones a los mensajes para promover la correcta técnica del lavado de manos y el protocolo de tosido y estornudo, se está introduciendo una nueva cultura, que ya impacta en la sensible disminución de casos de diarrea e infecciones respiratorias agudas, hablamos aquí de seres humanos y de millonarios fondos públicos.

La sinergia de múltiples actores y un proceso de comunicación inteligente, ha bajado sensiblemente los casos de dengue y malaria en el país.

El desconocimiento de un quehacer no puede conducir a nadie a su menosprecio. Los juicios a la ligera esconden una forma velada de dictadura. Para salir adelante el país requiere del pensamiento y el trabajo de todos.