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Recientemente se celebró en Sarapiquí una consulta popular con el objetivo de determinar si se declara o no monumento natural al río que lleva el mismo nombre y de esta manera según los impulsores de plebiscito, se evitaría continuar con los proyectos hidroeléctricos que se instalarán en la zona. Afirma los proponentes que en los últimos 5 años han iniciado operaciones 7 plantas de generación eléctrica y aproximadamente otras 8 se encuentran proyectadas o en estudio, lo cual significa que el potencial de la cuenca se esta utilizando en un 37 por ciento. Evidentemente este tipo de desarrollos compiten por el uso del recurso hídrico y por la cuenca y puede tener impactos importantes sobre actividades tradicionales que se realizan, como la agricultura, el turismo ecológico, el transporte de las comunidades por el río y otras. En este sentido, se citan como efectos negativos observados hasta la fecha “la muerte de peces arrastrados por las cabezas de agua, las inundaciones repentinas en comunidades por las mismas crecidas súbitas, cinco kilómetros secos en el río Puerto Viejo uno de los principales afluentes del Sarapiquí, además que varios kilómetros con muy poco caudal en el río Volcán y río San Fernando, y para rematar el río Toro dejó de ser navegable dejando sin medio de transporte a gran cantidad de finqueros”.