Jueves, 25 Junio 2009 18:00

Comentario del Lic. Mario Seing Jiménez

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En Costa Rica la Corte Suprema de Justicia, integrada por 22 Magistrados, es la encargada de elegir a los Magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones. Este sistema evita la contaminación política, porque los designados se seleccionan de una lista de Abogados oferentes, tomando en cuenta su capacidad jurídica, experiencia, honestidad, integridad, y varios factores más. Para ser electo se requiere una votación a su favor de las dos terceras partes de los Magistrados que integran la  Corte Suprema de Justicia. 

Los Magistrados del Tribunal así como otros funcionarios del país, “no podrán participar en actividades de los partidos políticos, asistir a clubes ni reuniones de carácter político, utilizar la autoridad o influencia de sus cargos en beneficio de los partidos políticos, colocar divisas en sus viviendas o vehículos ni hacer ostentación partidista de cualquier otro género”, como lo indica el artículo 88 del Código Electoral; y agrega esa norma legal que “únicamente podrán ejercer su derecho de emitir el voto el día de las elecciones, en la forma y condiciones establecidas en este Código”.

La imparcialidad del Tribunal Supremo de Elecciones como pilar de la democracia, y de los Magistrados que lo integran, está garantizada con un triple refuerzo: 1) el diseño constitucional de nombramientos que favorece la independencia; 2) la calidad técnica y rigor profesional de los Abogados designados mediante este mecanismo; y 3) el régimen de sanciones electorales que prohíbe su participación política.

El Tribunal actúa sometido únicamente a los Principios Generales del Derecho, la Constitución, las leyes y los reglamentos que regulan la materia de su competencia. En el año 2008, por ejemplo, el Tribunal inscribió mas de 150.000 hechos civiles y vitales; continuaron las labores de cedulación ambulante en zonas indígenas ubicadas o de difícil acceso; las entregas de cédulas de identidad de “primera vez” y de reposición llegaron a 515.337; se realizaron 2.196 naturalizaciones; se emitieron 2.854.524 constancias y certificaciones, además de 145.322 tarjetas de identidad de menores; además, se realizaron 589.727 movimientos del Padrón Nacional Electoral.  La labor jurisdiccional fue muy intensa pues el Tribunal Supremo de Elecciones dictó un total de 5.902 resoluciones, de las cuales 225 lo fueron en el campo electoral estricto.

 


Para este año 2009 se incrementará su actividad por estar en vísperas de un período eleccionario que despierta pasiones de todo tipo, y es frecuente ver al vencido de la contienda, cuando sus resultados son estrechos y no logra las exigencias que pretende para justificar su derrota, utilizar el fácil recurso del descrédito y atribuirle responsabilidades al que no la tiene, en lugar de aceptar con gallardía su derrota.